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La Sala Especial de Recusaciones del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) ha decidido recusar a dos magistrados que estimaron un recurso que afectaba al presidente de la UD Las Palmas, Miguel Ángel Ramírez, por considerar demostrada su "amistad íntima" con el que también es considerado uno de los reyes de la seguridad privada del país. La aportación de una serie de audios —que trataron de ser eliminados— evidencia la estrecha relación de los juristas con este controvertido individuo inmerso en varios procesos judiciales.
En una resolución emitida el pasado 22 de marzo, y debatida por una decena de magistrados, se estima la recusación de Emilio Valdés Moya y Carlos Vielba Escobar. En el documento, de 14 páginas, se repasan las pruebas e indicios aportados por las partes del proceso original —donde Ramírez es acusado— y se determina que ambos jueces deberían haberse abstenido en la deliberación de un recurso que acordó el sobreseimiento de la investigación al empresario.
La medida fue solicitada el pasado 19 de noviembre por la fiscal del caso, Evangelina Ríos, ante la supuesta "amistad íntima" de ambos magistrados con el directivo futbolístico. Relación de la que había rastro en las hemerotecas por el papel que Miguel Ángel Ramírez jugó en la causa de la jueza, exdiputada de Podemos y anterior delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Victoria Rosell, y que incluía grabaciones ocultas.
La Abogacía del Estado y la acusación particular, ejercida por Héctor Jesús de Armas Torrent, que durante más de una década fue hombre de confianza de Ramírez en Seguridad Integral Canaria y consejero del conjunto insular, se sumaron a una petición de recusación a la que se opuso la defensa del polémico directivo del fútbol.
Todos son parte de un proceso en el que se dirimían delitos contra la Hacienda Pública y la Seguridad Social presuntamente cometidos por Miguel Ángel Ramírez y que la Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Las Palmas sobreseyó provisionalmente el pasado 8 de noviembre. Esta decisión estimaba el recurso de apelación del rey de la seguridad "contra el auto de transformación en procedimiento abreviado" y fue tomada por un tribunal en el que formaba parte Moya y del que Vielba era el ponente.
El Ministerio Público, en un escrito de 17 páginas presentado el 16 de noviembre, al que tuvo acceso El Confidencial, realiza un relato cronológico de los distintos trámites y desglosa los argumentos que le llevan a sostener que la "relación de amistad" entre el acusado y ambos juristas es "pública y notoria".
Parte de los archivos, que antes se aportaron al proceso que afectó a la exdiputada de Podemos Victoria Rosell, trataron de eliminarse
Ríos apunta una cuestión: la providencia en la que se informa la composición del tribunal le fue notificada el 9 de noviembre, "el día después de dictado el auto […] que acuerda el sobreseimiento provisional de la causa respecto del señor Ramírez" y cuyo fallo es emitido por los magistrados sobre los que concurría "causa de abstención".
Los dos jueces afectados, tras ser informados del "incidente de recusación" presentado por la Fiscalía, y como establece el protocolo, cursaron los días 13 y 14 de diciembre sendos escritos en los que negaban ese grado de relación con el acusado y reclamaron no ser apartados del proceso.
El siguiente paso fue la designación de un instructor el pasado 22 de enero. Este, tras una serie de "autos de aclaración", y un recurso de reforma presentado por el Ministerio Público, remitió tres días más tarde su resolución al TSJC. El presidente de este organismo dispuso la constitución de la Sala Especial de Recusaciones el viernes 22 de marzo.
Grabaciones borradas
La pieza separada ha pivotado sobre unos archivos de audio incluidos en un USB y que el propio Ramírez —al estilo del comisario Villarejo— aportó a una causa abierta por el juzgado de Instrucción número 8 de Las Palmas. El dispositivo de almacenamiento contenía una conversación entre el empresario y el juez Salvador Alba Mesa —condenado por manipular una instrucción para perjudicar a Victoria Rosell—. Esta grabación, que dio lugar a la apertura de diligencias previas por parte del alto tribunal canario, se realizó de forma oculta.
La instructora de ese caso acordó que se recabase el archivo original y los técnicos en informática del Servicio de Criminalística de la Guardia Civil lograron este objetivo. Los agentes constataron que el USB contenía partes de una charla "de mayor duración" entre el actual dirigente de fútbol y el controvertido magistrado, pero también un trozo de "la conversación mantenida entre el señor Ramírez y el señor Moya Valdés que tuvo lugar inmediatamente después de que el primero abandonara el despacho de Alba".
Este fragmento del archivo "había sido borrado", según se recuerda en el auto, en el que se precisa que durante el encuentro se abordaron "dos procedimientos penales cuyo enjuiciamiento y fallo había correspondido a la Sección Sexta [de la Audiencia Provincial de Las Palmas]". "Uno de ellos, el conocido como caso Kárate. El otro, sin identificar".
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Miguel Ángel Ramírez, presidente de la UD Las Palmas. (EFE) Se destaca "el tono cordial y distendido" del juez "con una persona que se encuentra investigada" y "es extraña al ámbito judicial". Y se despide diciéndole a Miguel Ángel Ramírez: "Tengo el despacho justo ahí, pásate".
El contenido posterior de la grabación también es revelador, a juicio de la Sala Especial de Recusaciones. En esta parte vuelven a estar solos el empresario de la seguridad y Salvador Alba, momento en el que el primero se dirige al segundo: "Yo voy a muerte Salva con los amigos, y con la gente que me defienda, bueno por eso creo que también estoy donde estoy. Ahí tienes a Emilio. Emilio es un amigo mío de puta madre, ¿sabes?" (Sic).
El siguiente audio —transcrito en la resolución— recoge el reencuentro de Miguel Ángel Ramírez con Moya Valdés en el despacho de este. "Nuevamente, utiliza una expresión cordial y distendida" y después se resume parte de la charla con Alba: "Lo que quiere es levantar para el aire a esta tía (en clara alusión a una magistrada)" —que se piensa que es Rosell—.
Los magistrados fallan que, "de todo lo anterior, podemos concluir que el tono de las conversaciones, la utilización de expresiones de familiaridad y cordialidad excede las normas de cortesía y se adentra en la existencia de una relación de amistad íntima y confianza por ambas partes".
"Tampoco cabe otra explicación para el hecho de que una persona extraña al ámbito judicial, y con la condición de investigado en un proceso penal, acceda al despacho del presidente de la Audiencia Provincial —Emilio Moya— sin la presencia de un abogado; y menos aún, que dicha visita se realice para saludar y se aborden con el mismo procesos abiertos".
Por esta serie de hechos, unido a que Ramírez tratara de borrar estos documentos, por los que "procede a admitir la causa de recusación" prevista en el artículo 219 de la Ley Orgánica del Poder Judicial (LOPJ).
"Puede poner trabas"
Es la misma decisión que se adopta con respecto al magistrado Carlos Vielba Escobar. En la grabación que le compromete, según se recoge en el auto, le cuenta a Alba el interés de Ramírez por reunirse con él. Pero como el empresario ya había entregado en sede judicial el audio fragmentado, el juez se mostró desconfiado.
En otra grabación, uno de los magistrados, supuestamente, traslada al juez Alba que Ramírez puede poner trabas al caso que le afectaba
Salvador Alba preguntó "cómo se desarrollaría el encuentro", a lo que Vielba respondió: "Sí, nosotros tres, que si queremos en una piscina… Me jura y me asegura que no iba a hacer nada". Y en el trascurso de la charla le explica que Miguel Ángel Ramírez le ha comentado que puede "poner trabas" a las diligencias previas abiertas y que, "incluso, puede parar la prueba pericial encargada a la Guardia Civil" porque "destrozó el dispositivo con el que grabó la conversación".
"Finalmente, y tras aceptar el señor Alba la reunión, el señor Vielba Escobar se ofrece a organizarla", se recoge en el fallo, donde se plasma que éste dice: "Creo que él te quiere dar una explicación, y decirte que puede hacer para ayudarte".
La Sala Especial de Recusaciones asegura que esta conversación "resulta elocuente" y es "llamativa" porque el juez recusado "hace de intermediario" para la reunión. Circunstancia que, a juicio de los magistrados, permite concluir que había una "relación de confianza y amistad" entre Carlos Vielba y Miguel Ángel Ramírez por la que tendrían que haberse apartado en cualquier toma de decisión.
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