La intención de Sánchez de acometer una "limpieza" y una "regeneración de la democracia" tras inferir una campaña de lawfare y de "guerra sucia" por la investigación abierta contra Begoña Gómez ha encendido las alarmas en el PP. El jefe del Ejecutivo no dio más pistas sobre qué propone hacer, y varios de sus socios parlamentarios vieron el cielo abierto para exigir al Gobierno que acometa ya una reforma legal para desbloquear el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) a través de una rebaja de las mayorías parlamentarias, lo que dejaría a Feijóo fuera de juego en una negociación que continúa abierta, pero estancada. Sánchez siempre se ha resistido a dicha modificación legal, pero las reglas del juego, opinan en el PP, han cambiado tras los últimos acontecimientos.
Durante su comparecencia de este lunes, Feijóo no quiso entrar en "conjeturas" sobre cómo se sustanciaría dicha reforma de las mayorías parlamentarias para elegir a los vocales del órgano de gobierno de los jueces, acotada por la vigilancia europea. Pero sí igualó el tono al de Ayuso y Aznar al asegurar que Sánchez pretende "colar un cambio de régimen por detrás" con una posible agenda de reformas legislativas dirigidas a atacar a "jueces, oposición y medios de comunicación". En privado, diversos dirigentes del PP de distinto rango ven claro que, como mínimo, Sánchez intentará desbloquear el CGPJ sin el PP.
"Es una opción que está midiendo sin ninguna duda. Los límites para él ya no existen", comenta un vicesecretario popular, en línea con lo que argumenta otro compañero con asiento en el comité de dirección de Feijóo. "Llegados a este punto, me espero lo peor. Va a intentar tocar las mayorías, como le piden sus socios. Y en ese camino, intentará tensionarlo todo", sentencia.
Sánchez, durante una entrevista en TVE, advirtió que buscaría una "solución" al "secuestro al que tiene sometido el PP al CGPJ". "Es algo a lo que tenemos que dar respuesta. Si ese bloqueo continúa, mi obligación es buscar en el Parlamento esa solución", afirmó el jefe del Ejecutivo, que puntualizó su intención de estudiar la 'vía Guilarte', propuesta por el presidente interino del órgano, y que entre otros puntos implica que un tribunal especializado elija a los candidatos para cargos judiciales sin intervención de los bloques ideológicos. Como publicó El Confidencial, Génova nunca valoró esa opción e insiste en su condición: despolitizar el órgano y reformar el sistema de elección para que "los jueces elijan a los jueces".
Las sospechas se extienden a varias presidencias autonómicas, a diputados y a senadores. "Sin duda lo va a intentar. A Sánchez ya le da igual todo", lamenta por ejemplo un barón territorial. Otras fuentes apremian también a Feijóo a estar alerta. "Lo tiene en el horizonte, pero esperará a que lo pidan más socios parlamentarios y a que pasen las catalanas y, posiblemente, las europeas", pronostican voces parlamentarias. En el entorno del líder nacional del PP ya avanzan que, si se produce ese escenario, responderán de forma "contundente". "No nos vamos a arrugar", inciden en la cúpula nacional.
La vía sería elevar esa hipotética reforma para rebajar las mayorías del Congreso al terreno comunitario, más concretamente a la Comisión Europea. "Nos igualaría a países como Polonia", advierten. En Génova trazarían la misma "respuesta" si Sánchez se inclina por cualquier iniciativa que implique restar poder a los jueces. Y también vaticinan que Europa respondería a una llamada de auxilio que, auguran, arroparía la propia judicatura.
Las sospechas en el PP hacia un posible cambio de las mayorías en el Congreso para renovar el CGPJ sin el PP fueron in crescendo tras acceder a la encuesta flash del CIS, en la que José Félix Tezanos preparó precisamente el camino para ejecutar "una reforma de la situación de la Justicia". Dos de las preguntas del sondeo están orientadas a demostrar que existe una mayoría social crítica con la "politización" de la Justicia y con la "necesidad de reformas". Según el barómetro, realizado durante el período de reflexión de Sánchez, el 81,4% de los encuestados considera que "es necesaria una reforma de la situación de la Justicia en España".
Yolanda Díaz saca la 'ley mordaza' cuando le preguntan cómo regular la prensa
Inés P. Chávarri
Otras fuentes del PP amplían el rango de acción de Sánchez y prevé una ofensiva desde la Moncloa "contra todo aquel que le critique". Desde la Puerta del Sol ven el discurso del presidente del Gobierno como una "clara amenaza" y llaman también a estar "preparados" ante los próximos pasos del jefe del Ejecutivo. La propia Isabel Díaz Ayuso ya lanzó un aviso a navegantes en la mañana del lunes, al entender que ahora arranca una "etapa todavía más dura para todo aquello que sea contrapeso a un Gobierno que no conoce los límites". Su tesis es que Sánchez perseguirá a partir de ahora "al adversario político, a jueces, medios y periodistas, así como a sus entornos familiares".
Hacia la "argentinización" de España
El PP comenzará a ahormar esa especie de contraofensiva estratégica este martes. Feijóo presidirá en el Congreso una reunión plenaria de los grupos parlamentarios de las dos Cámaras, con el objetivo puesto en desgranar el discurso de Sánchez y contrarrestar por la vía "parlamentaria, judicial, social o institucional" lo que en Génova califican como un "proceso de argentinización de la política española". Sin perder de vista los planes del Ejecutivo con los jueces, en el PP también preocupa el lanzamiento de posibles iniciativas "que amenacen la libertad informativa", como una Ley de Medios o una reforma de la ley mordaza para controlar a los medios críticos, una vía que abrió este lunes la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz.
Feijóo también reunió este lunes a su comité de dirección en Génova. La cita arrancó a las diez de la mañana, y en ella se abordaron todos los posibles escenarios tras la comparecencia de Sánchez, que arrancó a las once. En el entorno directo del líder nacional siempre han vinculado el parón de Sánchez durante cinco días a una "táctica" para reactivar a su electorado de cara a catalanas y europeas. Tras la declaración del jefe del Ejecutivo, en la que anunció su intención de "seguir" y no convocar siquiera una cuestión de confianza, Génova vio plenamente reforzado su planteamiento.
En las últimas horas, Feijóo ha elevado el tono contra Sánchez, hasta igualarlo al de Aznar e, incluso, al de Vox. Más allá de la dura comparecencia del líder del PP, en la que advirtió de la "peligrosidad" de las palabras del jefe del Ejecutivo, en su equipo avanzan que será la tónica que predominará al menos en las próximas semanas. Una de las críticas más ácidas hacia Sánchez es que haya "utilizado" el "el marco de la salud mental" para justificar su "huida hacia adelante" y, sobre todo, cuestionan que "ha puesto a su mujer y a sus hijas como parapeto y escudo ante sus problemas parlamentarios y judiciales".
En las próximas semanas, con las elecciones catalanas y europeas en el horizonte, el PP ahondará en la sensación de "descrédito" de Sánchez ante la ciudadanía, a la que "ha engañado" por su "debilidad". Pero lo cierto es que en el partido siguen sin ser capaces de medir las consecuencias en votos de los últimos acontecimientos en la Moncloa. La inquietud que ha sobrevolado en los últimos días en las filas de Génova es el posible impacto de la "treta" de Sánchez en las elecciones europeas en un intento de movilizar a su electorado y en un clima de "máxima tensión" que amenaza con enquistarse.
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