Hay ciertos alimentos que nos benefician en un momento determinado, pero en otros no son los más adecuados. Esto es lo que no te conviene comer antes de un viaje en avión y los motivos por los que es mejor escoger otras opciones diferentes
Un viaje en avión puede ser una experiencia placentera, pero también una situación de lo más incómoda si tememos volar. Según datos del INE, Instituto Nacional de Estadística, más del 6% de la población en España tiene fobia a volar, una situación nada sencilla y que puede ser aún más complicada si no sabemos prepararnos adecuadamente antes de iniciar un viaje. La alimentación es importante en general, pero también en momentos concretos, como justo antes de subir a un avión.
Hay alimentos que son más aconsejables que otros y lo son por diferentes motivos. Algunos de ellos nos pueden acelerar, sumar nerviosismo a una situación ya de por sí complicada, otros pueden hacer que nuestro viaje resulte mucho más incómodo, al ser difíciles de digerir, provocar indigestión e incluso gases. Cada cual por un motivo, hay alimentos que es mejor evitar antes de alzar el vuelo.
Por qué no deberías comer esto antes de subir a un avión
Lo que comemos no solo nos sirve de alimento, también tiene efecto sobre nuestro estado de ánimo, algo de lo que somos cada vez más conscientes conforme entendemos un poco más cómo funciona el cuerpo y la importancia del eje intestino-cerebro. Algunas comidas peden alimentar nuestra ansiedad a volar, pero como hemos visto, no es el único motivo por el que hay que cuidar lo que comemos antes de un viaje en avión.
Si hay un estimulante que todos conocemos es la cafeína y por eso mismo conviene evitarla, pero también porque deshidrata en un ambiente deshidratado y porque, por su efecto diurético, hará que vayamos más al baño. Si la cafeína no es buena porque suma nerviosismo, las bebidas carbonatadas pueden hincharnos y producirnos gases en un ambiente cerrado y donde apenas podemos movernos.
Las legumbres y las crucíferas son famosas por los gases que provocan, pueden resultar indigestas y sumar incomodidad a nuestro vuelo, por lo que es mejor evitarlas en esas circunstancias. Con los lácteos nos puede suceder algo parecido y los alimentos picantes pueden producir acidez, los fritos son muy grasos y pueden ser más pesados de digerir, haciéndonos sentir incómodos.
El nivel de humedad dentro de un avión es muy bajo, por lo que es mejor evitar los alimentos con exceso de sal, como las patatas fritas. Estos además pueden provocar dolores de cabeza y una mayor retención de líquidos, que tampoco es nada recomendable. El mismo motivo por el que conviene evitar el alcohol, que hace que nos deshidratemos en un ambiente en el que es mejor todo lo contrario.
Alimentos relajantes para calmar el estrés
Ante situaciones de estrés o ansiedad, es poco probable que lo que comamos consiga calmarnos, sin embargo, algunos alimentos pueden tener un efecto positivo sobre nuestro cerebro y ayudarnos un poco, porque contienen triptófano, ácidos grasos omega-3, vitaminas del grupo B o magnesio, también pueden ayudar a reducir la producción de cortisol, que es la hormona del estrés.
El chocolate, siempre que no se consuma en exceso y que se escoja preferiblemente uno que sea por lo menos un 70% cacao, es un gran aliado contra el estrés porque contiene magnesio que reduce la producción de cortisol. Los plátanos son famosos por su contenido en potasio, clave para el sistema nervioso; tiene triptófano y vitamina B6, que favorece la producción de serotonina. El aguacate es también rico en potasio y sus ácidos rasos monoinsaturados ayudan a que el cerebro absorba mejor la serotonina.
La miel, consumida con moderación, tiene efectos calmantes y acelera la producción de endorfinas; la lechuga contiene lactucina, que es un sedante y ayuda a dormir mejor, los cereales integrales que encontramos en, por ejemplo, panes integrales, son ricos en carbohidratos complejos. Estos carbohidratos proporcionan azúcares de absorción lenta y vitaminas B, que pueden equilibrar el estado de ánimo y regular el estrés.
Referencias
Cómo afrontar la ansiedad: ¿puede la alimentación marcar una diferencia? (2017, 24 mayo). Mayo Clinic.