Aunque suelen ser inofensivos y por buenas razones, es necesario comprender su origen y significado para actuar en caso necesario.
La expresión en inglés ‘corn cobbing’ se refiere al acto de comer una mazorca de maíz, en el que los granos son arrancados o mordisqueados directamente de la mazorca. Al visualizar este proceso, podemos entender por qué el término ‘cobbing’ también se utiliza para describir la conducta canina de dar mordisquitos rápidos con los dientes frontales.
Este comportamiento universal es común en todos los perros, cachorros y adultos. El ‘cobbing’, del que no tenemos término adecuado en español, es una conducta típica que se manifiesta especialmente cuando sienten un ‘arrebato de cariño’ y quieren llamar nuestra atención.
Usualmente, lo hacen utilizando sus dientes frontales y frunciendo los labios, de una manera prácticamente idéntica a la que utilizan para rascarse con la boca, pero con un significado bien distinto. Aunque puede parecer similar al mordisqueo para aliviar picor o a los mordiscos por juego, en realidad, el ‘cobbing’ es un gesto suave e instintivo. Es una forma de expresar afecto y no debe confundirse con una mordida agresiva.
Razones por las que realizan los mordiscos
En la fase de cachorros, los perros exploran su entorno mediante la boca, por lo que los mordisquitos es una forma básica de aprender sobre el mundo que los rodea. No en vano, poseen en el paladar de la boca lo que se llama órgano de Jacobson u órgano vomeronasal, que les permite recopilar información sensorial adicional. Los perros de cualquier edad suelen realizar estos mordisquitos sobre personas, otros perros y objetos para ayudarse a estimular dicho órgano auxiliar y detectar hasta la última feromona.
Además de ser una forma de exploración, el ‘cobbing’ es principalmente una demostración de afecto. Los perros son animales sociales y cariñosos por naturaleza, así los hemos seleccionado para facilitar la convivencia. El mordisqueo suave es una señal de aprecio y un intento de llamar la atención de su ser querido. Esta conducta ayuda a fortalecer el vínculo, y es una forma natural en la que los perros expresan su amor y su ternura.
Para comprender e identificar el ‘cobbing’, es imprescindible contextualizar el entorno. Los perros pueden emocionarse al jugar con otros perros o al conocer a nuevas personas, y realizar estos pequeños y rápidos mordiscos puede ser una forma en la que expresan su estado de emoción y felicidad. Además, cuando están emocionados, los perros tienden a mordisquear o masticar cosas como una forma de liberar energía.
Y ahí llegamos a la tercera causa que puede estar detrás de los suaves mordiscos con los dientes frontales. Algunos perros son más propensos a la ansiedad que otros. Si un perro está asustado o ansioso, es probable que mordisquee nuestras manos o los dedos. Esto puede ser una forma de aliviar el estrés causado por la separación, o por falta de estimulación ambiental y ejercicio. Pero además los perros pueden desarrollar otros comportamientos neuróticos que los llevan a mordisquear sobre las personas más cercanas o sobre sí mismos para aliviar la tensión y el nerviosismo.
¿Cuándo intervenir?
Si bien el ‘cobbing’ es una conducta normal, es importante estar atento ante ciertas señales que puedan indicar un problema. Si los mordisquitos se vuelven un acto obsesivo, es el momento de introducir un plan de educación básica y enseñarle al perro comandos como ‘no muerdas’ o ‘suave’, siempre reforzando el buen comportamiento con recompensas.
Se puede optar por proporcionar juguetes adecuados para masticar y que ayude al perro a liberar su energía de manera segura. No obstante, si el ‘cobbing’ persiste o se vuelve compulsivo, es imperativo consultar con un profesional veterinario para descartar problemas de salud y obtener orientación sobre cómo abordar este comportamiento.
Por otro lado, y no menos importante, los ataques de perros a personas adultas están aumentando, pero los estudios científicos alcanzan dos conclusiones: No existe ninguna evidenci... {getToc} $title={Tabla de Contenidos}