Qué es el síndrome del respirador bucal y cómo tratarlo: del 'mewing' a la odontología


         Qué es el síndrome del respirador bucal y cómo tratarlo: del 'mewing' a la odontología

La condición del respirador bucal sucede principalmente a los niños, aunque puede aparecer a cualquier edad y comprometer la calidad del sueño y la oclusión mandibular, entre otras consecuencias importantes. Dos odontólogos nos ayudan a descifrarlo.

El síndrome del respirador bucal es una condición en la que el paciente muestra una apertura de la boca ocasionada por motivos diferentes, que afecta especialmente a los niños y que provoca la respiración oral involuntaria (en vez de nasal, que es la más natural) por obstrucción de las vías respiratorias.

Como consecuencia, aparece la sensación de 'boca seca' al levantarse, encías inflamadas (gingivitis), cansancio… al colapsar la vía respiratoria durante el sueño si dormimos boca arriba.

Entre las potenciales soluciones llama la atención un término muy utilizado y 'casero', que se denomina 'mewing' y que los dos doctores consultados nos van a aclarar, además de concretar los tratamientos odontológicos más certeros para corregir el síndrome del respirador bucal.

Este diario ha entrevistado al doctor Fernando Soria, maestro en odontología reconstructiva y estética, y a la doctora Irene Esteve, odontóloga y experta en estética dentofacial, para saber si los tratamientos que existen son efectivos, y hasta qué punto.

¿Por qué aparece la respiración bucal? Algunas causas

El doctor Soria comienza explicando que "el síndrome del respirador bucal consiste en que el paciente presenta una posición baja de la lengua, debido a la presencia de amígdalas/ adenoides hipertróficas. La consecuencia es que muestra una apertura bucal y aparece la respiración oral".

Lo que ocurre es que, "por la hipertrofia de las amígdalas y adenoides se encuentran las vías respiratorias obstruídas, provocando el adelantamiento de la lengua y su posicionamiento bajo para abrir la vía respiratoria inferior. Además, el paciente puede presentar una compresión maxilar, es decir, un paladar estrecho, ya que no se desarrolla correctamente debido a esta posición baja de la lengua".

Irene Esteve añade que la aparición de este síndrome depende de las características físicas de cada uno. "Hay personas que tienen obstrucciones nasales crónicas y necesitan respirar por la boca. Algunos hábitos como la succión del dedo prolongada en el tiempo cuando somos niños también puede llevarnos a esta situación".

Los niños, principales afectados

Por lo que respecta a los grupos de población a los que más afecta este síndrome, el doctor añade que puede ocurrir en cualquier franja, "cuando no se ha diagnosticado previamente la obliteración de las vías respiratorias. Se manifiesta no solamente por la apertura bucal, sino con una falta de sellado labial, contracción del músculo mentoniano, facies adenoides (ojera marcada, cara de cansancio, narinas estrechas) y una verticalización de la cara y del perfil".

Irene Esteve habla, fundamentalmente, de una mayor incidencia en los niños, "aunque puede afectar a individuos de todas las edades. Sobre todo lo vemos en niños porque afectan factores como el crecimiento, el desarrollo de las estructuras anatómicas, alergias o hábitos inadecuados que son típicos de la infancia".

Consecuencias de este síndrome

Los síntomas que muestran quienes lo padecen pasan por el mal aliento, ronquidos y falta de descanso con un sueño de mala calidad. Los niños, incluso, pueden mostrar dificultades para concentrarse en su rendimiento escolar normal. "En el diagnóstico definitivo el otorrino va a tener la última palabra, después de realizar determinadas pruebas para evaluar la resistencia nasal, el flujo de aire…", comenta la doctora Esteve.

Y añade: "Los odontólogos haremos las evaluaciones dentales y ortodoncia para identificar malformaciones estructurales, anatómicas o alteraciones en el crecimiento".

El doctor Soria, respecto a las pruebas de diagnóstico, habla de la "teleradiografía lateral de cráneo para observar si presenta amígdalas y/o adenoides hipertróficas. Habrá que visitar después al otorrino para que trate la causa de raíz. Posteriormente entra en juego el ortodoncista que puede terminar de corregir con ortopedia y ortodoncia la maloclusión provocada por la respiración oral".

A largo plazo, "las consecuencias que vemos más a menudo son alteraciones en el desarrollo ... {getToc} $title={Tabla de Contenidos}

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