Nicolás Maduro, 11 años después: poco popular, pero cómodo en el poder

El cuadro parece pintado en un taller de técnicas de óleo para jubilados, pero lo importante aquí no es su valor artístico, sino su significado. En él aparece un Nicolás Maduro bigotudo y con una camisa azul que sujeta con las dos manos el timón de un barco en el que puede leerse: “República Bolivariana de Venezuela”. Detrás, un Jesucristo de grandes proporciones con un corazón expuesto sobre una túnica violeta posa su mano izquierda en el hombro de Maduro y agarra un extremo del volante con la derecha. La imagen recuerda vagamente a la escena de Kate Winslet y Leonardo Di Caprio en la proa del Titanic. El sentido de la pintura no deja mucho espacio para la interpretación: Maduro dirige el país con ayuda divina.

Seguir leyendo


http://dlvr.it/T4Dn2c

Publicar un comentario

Artículo Anterior Artículo Siguiente

Formulario de contacto