El recorrido parte de la villa de Mortera y nos lleva por un sendero que va ascendiendo hasta la cima de un monte. Desde arriba podemos ver el río Pas, el Cantábrico y muchas villas de los alrededores.
Cantabria es una de las mejores comunidades de España para una escapada, y es que en poco territorio concentra una gran cantidad de encantos, desde pintorescos pueblos como Bárcena Mayor hasta paisajes naturales como las secuoyas del Monte Cabezón.
Muy cerca de la ciudad de Santander encontramos uno de esos lugares poco conocidos que merece mucho la pena descubrir. Con una sencilla ruta de senderismo llegaremos hasta la cima de Monte Picota, un mirador natural que nos regala unas vistas espectaculares del río Pas y las villas de alrededor, incluso de las aguas del Cantábrico. En definitiva, es una excursión perfecta para pasar un agradable día en familia.
Ruta al Monte Picota
Para hacer la ascensión al Monte Picota nos dirigiremos al pueblo de Mortera, a menos de 15 kilómetros del centro de la capital cántabra. El primer pasó será dirigirnos al oeste de la localidad, de donde parte un camino señalizado. La pista ya empieza ascendiendo poco a poco, al mismo tiempo que nos vamos adentrando en la verde vegetación.
A continuación, llegaremos a una bifurcación, que tendremos que tomar hacia la izquierda. Siempre seguiremos por el camino ancho, hasta que este se convierte en un sendero más estrecho. Ahora, alcanzaremos un collado con un banco donde parar un rato a descansar y admirar las vistas, como un pequeño bocado de lo que nos encontraremos en la cima del monte.
Continuaremos unos pocos metros más hacia la izquierda del banco y finalmente habremos llegado al Monte Picota. La panorámica es sobrecogedora, y es que ante nosotros queda el serpenteante río Pas, la ría de Mogro, la playa y las dunas de Liencres y muchos de los pueblos del alrededor.
En la cima encontraremos, además de un panel informativo, restos de trincheras y búnkeres de la Guerra Civil. Estas antiguas construcciones formaban parte de una extensa línea defensiva, una de las que mejor se conservan de toda Cantabria. Después de descansar y tomas algunas fotografías, tan solo tendremos que volver sobre nuestros pasos hasta regresar a la villa de Mortera.
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