La Policía Nacional, la Guardia Civil y los Mossos d'Esquadra investigan si hay relación entre las tres muertes.
Las similitudes que existen entre los asesinatos de Pedro Oyón, José Luis Aguado y Ramón Russell han llevado a que la Policía Nacional, la Guardia Civil y los Mossos d'Esquadra investiguen si existe alguna relación entre los casos. Los tres eran agricultores mayores -de entre 68 y 85 años- y en el momento en el que fueron asesinados se encontraban solos trabajando en el campo. Además, los asesinatos se produjeron en menos de dos meses y en dos comunidades autónomas distintas.
Pedro Oyón, de 68 años, fue encontrado muerto el 22 de noviembre en un campo de olivos ubicado en la localidad navarra de Tudela con varios traumatismos y heridas de arma blanca en el cuerpo. Había salido en la mañana de ese miércoles a recoger aceitunas y al ver que no volvía, su esposa denunció su desaparición.
Según ha informado el diario Noticias de Navarra, Oyón trabajó durante la mayor parte de su vida en el Hospital Reina Sofía de Tudela, donde ocupó varios puestos, y más tarde se convirtió en celador del Centro de Salud Tudela Este. En verano de 2020 se jubiló y las personas que trabajaron con él lo han descrito como un hombre "pacífico, callado y que casi pasaba desapercibido de lo educado y reservado que era". Oyón vivía en el barrio de Lourdes y tenía dos hijas.
La segunda víctima es José Luis Aguado. Este agricultor de 80 años que recogía berzas y cardos fue hallado muerto el 21 de diciembre en un huerto del municipio navarro de Ribaforada. Al igual que el cadáver de Oyón, el cuerpo de Aguado también fue hallado con múltiples heridas en la cabeza. Sin embargo, en su caso estas habrían sido producto de un accidente sufrido con su motoazada. De hecho, según ha indicado el Diario de Navarra, la autopsia confirmó que las heridas que presentaba el cuerpo eran compatibles con la teoría de que había sido un accidente.
Aguado estaba casado y tenía dos hijos. Trabajó toda su vida en el campo y el día de su desaparición algunas personas de su entorno lo vieron salir al huerto. Al ver que no regresaba sus familiares fueron a buscarlo y en el lugar de los hechos encontraron su cadáver, el apero agrícola y el remolque que utilizaba. Pero su coche -un Opel Astra rojo- no estaba, algo que no encajaba del todo con la hipótesis de que su muerte hubiera sido un accidente. Dicho vehículo fue encontrado recientemente cerca de un campo en Lleida, cerca de donde se cometió el asesinato de otro agricultor. De hecho, ha sido precisamente este hallazgo el que ha llevado a que las autoridades investiguen si existe conexión entre los casos.
El agricultor Ramón Russell, de 85 años, es la terca víctima mortal. Fue asesinado con unas tijeras el 5 de enero en Vilanova de la Barca, Lleida, mientras podaba árboles frutales. Se cree que el presunto asesino estaba escapando cuando cometió el crimen y que huyó en el coche de la víctima, un Opel Astra gris. Más tarde el hombre salió del país, llegó a Andorra y cruzó a Francia, según consta en las grabaciones de las cámaras de seguridad visionadas por las autoridades. Después dejó abandonado el vehículo en un área de servicio.
Según ha explicado Ricard Roda, un amigo de Russell al programa Y ahora Sonsoles, los vecinos mayores de la localidad tienen miedo tras lo sucedido debido a que muchos salen a sus huertos todos los días a trabajar. Roda ha dicho que Russell era un hombre afable y que su familia era muy trabajadora. El programa de Antena 3 también ha informado que la esposa del agricultor había salido del pueblo tras el asesinato de su marido y que ya ha regresado.
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