El PP vuelve a dar la espalda a Vox y rechazará este martes en el Congreso de los Diputados el plan de los de Santiago Abascal para ilegalizar partidos independentistas. Los ultraconservadores han defendido en el pleno una proposición de ley para promover la disolución de aquellas formaciones políticas que "amenacen con quebrar la unidad de España y el orden constitucional", y que apostaba además por perseguir el uso de simbología independentista o la recuperación del delito de sedición. La propuesta no saldrá adelante por falta de apoyos, y el PP formará parte del bloque contrario a la norma.
Con su 'no' a la iniciativa, el PP entierra definitivamente la propuesta que la propia dirección de Génova defendió a principios de enero. A través de una enmienda a la ley de amnistía, los populares introdujeron la tipificación de delitos de deslealtad constitucional que incluía la suspensión o disolución de aquellas formaciones políticas que impulsasen referéndums de autodeterminación. La iniciativa despertó polémica tanto dentro como fuera del PP, ya que implicaba asumir los postulados más duros de Vox, que siempre ha llevado en su programa electoral la ilegalización de formaciones independentistas.
"No se puede perseguir a un partido por sus ideas, pero sí por los actos delictivos que cometen", defendió en su día el portavoz parlamentario de los populares, Miguel Tellado. La diferencia con la propuesta de los ultraconservadores no era de fondo, sino más bien de forma. Los populares proponían introducir este tipo de delitos a través de una reforma del Código Penal, mientras que Vox apuesta por endurecer la ley de partidos.
Sin embargo, las matizaciones no calmaron el revuelo, y Feijóo se vio obligado semanas después a minimizar el plan. El pasado 9 de enero, el líder del PP reconoció que no se había hecho la suficiente "pedagogía" a la hora de explicar la propuesta y se abrió a aplicarla únicamente en casos "muy agravados".
El delito de deslealtad constitucional murió cuando la mayoría parlamentaria de la Cámara Baja tumbó la enmienda a la totalidad del PP a la ley de amnistía, pero el primer partido de la oposición ha evitado recuperar la iniciativa a través de un texto independiente en el Congreso de los Diputados, como sí ha hecho Vox. En la dirección popular había incluso dirigentes que instaban, en privado, a "dejar morir" la propuesta. "No tenía ningún sentido. No nos lleva a ninguna parte", defendían entonces.
El cambio de postura del PP lo ha verbalizado este martes en la tribuna del Congreso Manuel Cobo, que afilaba los cuchillos contra los de Santiago Abascal. "Votaremos en contra de esta proposición, que es lo que ustedes desean para poder seguir diciendo que son los únicos que defienden la nación española", aseguraba, al tiempo que situaba al PP en contra de la "falta de respeto" de Vox a la autonomía de las comunidades o a los "derechos forales".
"Dicen que es necesario poner fuera de la ley a los partidos independentistas, pero quiero recordarles que ilegalizar a los partidos independentistas por el mero hecho de serlo va en contra de los principios constitucionales", alegó Cobo. Respondía así al diputado de Vox, Carlos Flores Juberías, que defendió en la tribuna la reforma de la ley de partidos políticos para proteger un "sistema democrático" que "está siendo atacado por demasiados frentes". "Nuestro país avanza sin frenos hacia el descarrilamiento", lamentaba.
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