Juan Clavero lo tiene claro: "Después de tantos años, no estoy nervioso, ¡lo que estoy es contentísimo!". Este miércoles pondrá fin a una pesadilla que comenzó a finales de agosto de 2017 cuando se vio contra un coche y engrilletado por un supuesto delito de narcotráfico. Pero Juan no era ningún narco, solo un ecologista incómodo al que tendieron una trampa para quitarlo de en medio. La Sección Octava de la Audiencia Provincial de Cádiz, con sede en Jerez de la Frontera, iba a acoger el juicio contra cuatro individuos acusados de urdir un plan para encarcelarlo y destruir la imagen. Aunque este martes se comunicó a las partes la suspensión. Una "película increíble" de pueblos, terrenos y rencores que parece no tener fin.
El relato de hechos del fiscal pone el foco en Breña del Agua Investmets SL, Una empresa de cuyo apoderado era el principal investigado, José Miguel H.D., también gerente de Breña del Agua, finca ubicada entre tres municipios gaditanos —Grazalema, El Bosque y Zahara de la Sierra— y con la que de alguna forma están relacionados los otros tres nombres vinculados al caso.
"En fecha no concretada, los acusados se concertaron para ocasionar problemas a Juan Clavero, con quien algunos de ellos habían tenido desavenencias anteriores a causa de sus actuaciones como dirigente de Ecologistas en Acción-Coda y miembro o simpatizante de la Plataforma en Defensa de los Caminos Públicos de la Sierra".
El Ministerio Público recuerda en su exposición que durante algunas acciones reivindicativas, se produjeron algunos incidentes cuando Clavero y sus acompañantes habían "atravesado distintos terrenos rústicos". Entre ellos, Breña del Agua.
Y los cuatro acusados "acordaron" trazar un plan para presuntamente implicar al dirigente ecologista en una trama de narcotráfico. Según la investigación, Manuel A.P., amigo de Óscar G.G., encargado de la citada finca, se haría pasar por simpatizante de Ecologistas en Acción para que el 26 de agosto de 2017, durante una marcha protesta, "disimuladamente, introdujera cierta cantidad de drogas en el interior del coche de Juan Clavero".
El plan trazado, según la Fiscalía, se activó un día antes. Concretamente, a las 17:51 del 25 de agosto. José Miguel contactó con el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) del puesto de la Guardia Civil en Ubrique para informarles de que la citada organización ecologista había convocado una marcha que atravesaría Breña del Agua. Y añadió que los participantes podrían irrumpir en zonas no autorizadas porque no son de dominio público.
El agente que le atendió quedó en trasladar sus sospechas a un superior que trasladó que, "en caso de producirse algún incidente", diesen aviso al Centro Operativo de Servicios (COS) y se enviaría una patrulla.
Uno de los procesados se infiltró en una marcha ecologista para supuestamente esconder una bolsa con droga en el coche de Clavero
La mañana del 26 de agosto, el infiltrado acudió a la Venta Julián, en el municipio de El Bosque, el punto donde se dieron cita las personas que respondieron a la iniciativa convocada por la Plataforma en Defensa de los Caminos Públicos de la Sierra a través de su perfil de Facebook. Manuel A.P. pidió poder participar en el acto reivindicativo y así se lo permitieron.
Allí estaban Clavero y otro de los organizadores de la marcha, Gaspar Corbacho, a los que después se unió Andrés Galindo. Los tres, junto al infiltrado, se desplazaron en la furgoneta del primero hasta el lugar desde el que debía partir la marcha.
"Sobre las 15:20 de ese día", un guardia civil contactó con el gerente de la finca para hacer un seguimiento de la protesta y saber si se había registrado algún incidente, momento en el que el investigado le pidió que se reuniese con él en el restaurante Calvillo de El Bosque. Se encontraba con Juan Luis P.R., conocido como Oriol, otro procesado que había ejercido labores de encargado en la finca.
Cuando el agente llegó al establecimiento José Miguel H.D. supuestamente le dijo que "tengo un infiltrado [en la marcha] que me ha comentado que en una furgoneta blanca tienen droga". El guardia civil respondió que seguramente sería para consumo propio, a lo que el informante replicó: "No, llevan bastante cantidad".
Esto es lo que se refleja en la calificación previa del fiscal, a la que ha tenido acceso este periódico, y en el que se plasma que el acusado precisó que el vehículo sospechoso iba a pasar por el Camino de la Trucha, junto al hotel Las Truchas, de El Bosque. El guardia civil contactó con un superior que, a su vez, movilizó efectivos del puesto de Prado del Rey.
Llamada 'anónima'
Aunque no era la única pata del presunto plan. "A las 15:40 de ese día", Óscar G.G., desde una cabina de la avenida de la Diputación de El Bosque, telefonea al COS de Cádiz y da el siguiente aviso: "Hola, buenas tardes. Mire, llamaba para informar de que hoy, entre las cuatro y media y las siete de la tarde, va a entrar en el pueblo de Benamahoma una furgoneta Volkswagen blanca, con matrícula terminada en (...), con una importante cantidad de droga para ser consumida en las fiestas de Coto de Bornos".
Una vez terminada la marcha Manuel A.P., el infiltrado, pidió a Juan Clavero que le abriera el vehículo porque había extraviado unas gafas y quería mirar si se encontraban en su interior. Este fue el momento, según el Ministerio Público, en el que "aprovechó para colocar, tras el asiento del copiloto, una bolsa de plástico que contenía 29 papelinas de cocaína y ocho trozos de hachís".
Tres agentes del Instituto armado se encontraban "apostados" en el lugar indicado por José Miguel H.D. cuando recibieron dos mensajes de este que alertaban: "Van para ti en dos minutos" y "un coche solo".
"A las 17:15, apareció la furgoneta (...) conducida por Clavero", que en ese momento solo estaba ocupada por este, ya que Manuel A.P. "se había bajado de la misma poco antes". Los guardias civiles le dieron el alto y comenzaron a registrar el vehículo.
Juan recuerda con claridad ese momento: "Tengo una huerta allí, vivo en el campo, y llevaba unos sacos con hojarasca y otros trastos. Empiezan a bajarlo todo, sacan los papeles, vacían los bolsillos de las puertas, miran por todos lados. Y yo no entendía qué buscaban. Entonces cuando me echan a gritos y entonces empiezo a darme cuenta de que algo pasaba".
Como en una primera inspección no hallaron nada, uno de los agentes, el que sabía del caso desde el principio, llamó al gerente de la finca para reprocharle que le había dado una información falsa, se plasma en la documentación judicial. José Miguel le contestó "espera un momento" y poco después le envió un nuevo mensaje que decía: "Detrás del asiento del copiloto. Borra esto".
"Lo pasé muy mal. Toda la noche solo en una celda, con dos pedazos de focos que me deslumbraban", recuerda la víctima
Los agentes, "siguiendo estas últimas instrucciones", realizaron un nuevo registro y, en el lugar indicado, hallaron la droga. Un total de 36,267 gramos netos de cocaína con una riqueza del 6,4% y dos trozos de hachís que sumaban 3,94 gramos netos y una pureza del 20%.
"El cabo, en plan película, me pegó un empujón contra la furgoneta, me pone los grilletes y me dice ‘está usted detenido por tráfico de droga’. En ese momento me asusté", relata Juan Clavero, cuyo domicilio fue registrado y donde los guardias civiles no encontraron estupefaciente alguno.
Después "me llevaron al cuartel, que estaba cerrado, y me metieron dentro". "Pedí que llamaran al sargento y a la alcaldesa, que me conocen, pero no quisieron. Y entonces les dije que como no contactaran con el teniente de Ubrique, les iba a denunciar a todos".
Juan confiesa que "lo pasé muy mal. Toda la noche solo en una celda, con dos pedazos de focos que me deslumbraban". "Fueron dos días muy malos, pero afortunadamente se pudo demostrar que esa droga no era mía".
En el juzgado
El representante de Ecologistas en Acción fue puesto a disposición judicial el 27 de agosto y el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción único de Ubrique incoó diligencias por un presunto delito contra la salud pública.
Ese mismo día se decretó su libertad provisional y el 6 de septiembre, tras las pesquisas que revelaron que era víctima de un complot supuestamente trazado por los cuatro procesados, se sobreseyó la causa en su contra.
La Fiscalía considera que José Miguel H.D., Manuel A.P., Óscar G.G. y Juan Luis P.R. son autores de un delito de denuncia falsa y pide para cada uno de ellos un año y seis meses de prisión, así como una multa de 12.000 euros.
Los acusados, además, en caso de ser encontrados culpables, deberán indemnizar solidariamente con 20.000 euros a Juan Clavero por los daños morales que pudieron causarle. Breña del Agua Investmets SL es responsable civil subsidiaria.
En la vista oral, que debería haber dado comienzo este miércoles en la Sección Octava de la Audiencia Provincial de Cádiz, se escucharán a los investigados, las víctimas, otros ecologistas y cuatro miembros de la Guardia Civil.
El letrado de Clavero, al delito de denuncia falsa, suma en su escrito de acusación los cargos de simulación, detención ilegal y organización criminal. Y considera que a los cuatro procesados se les puede aplicar la agravante de alevosía. Circunstancia por la que pide cinco años de cárcel para cada uno de ellos, además de otros tres de multa por un importe de 21.600 euros —86.400 en total—.
La asociación Ecologistas en Acción, también personada en la causa, realiza la misma petición de penas.
Al delito de denuncia falsa, la acusación particular suma a los investigados simulación, detención ilegal y organización criminal
Juan no se sorprendió cuando este martes le comunicaron que el juicio se suspendía. "Los abogados de los investigados han puesto todas las pegas del mundo para retrasarlo. De hecho, ahora, alegan dilación indebida", advertía tres horas antes de ser avisado.
"Han intentado, por todos los medios, anular el procedimiento, que se archivase, que prescribiese. Pero no hemos dejado pasar ni un solo plazo. Y aquí estamos, después de casi siete años, deseando que quede clarísimo que estos cuatro me montaron esta película increíble".
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