El autor vallisoletano ha presentado su novela ganadora 'Bajo tierra seca', un 'thriller' a comienzos del XX
Entramos en el acogedor Hogar Extremeño de Madrid, desde donde paradójicamente se aprecia la urbana y bulliciosa Gran Vía. Entre unos platos de migas potentes, tortillas de varios huevos y perrunillas de generoso bocado, la editorial Destino ha presentado 'en sociedad' a la hora del desayuno a su último Premio Nadal, César Pérez Gellida, autor de Bajo tierra seca. Este título, que sale hoy a la venta, ha dado pie (apenas sin haber sido leída) a que se hable de un 'nuevo' género, el rural noir. Cierto que el escritor galardonado (Valladolid, 1974) conoce muy bien, y nunca mejor dicho, los bajos fondos de la novela negra, lo que le ha valido para conquistar este primer premio literario del año y, además, convertirse en un reclamo para la editorial, según explicó el editor de Destino, Emili Rosales. "Pérez Gellida es un referente, tanto por su trayectoria como por su activismo en favor del género", que ha dado a conocer mundialmente gracias al Festival Blacklladolid.
El autor de Memento mori (adaptada recientemente a la televisión por Prime Video) sale de su zona de confort literario para adentrarse en Bajo tierra seca en la Extremadura de 1917, donde la hambruna lo domina todo, salvo a una mujer poderosa que desaparece misteriosamente en el incendio de su hacienda y desencadena una serie de hechos brutales. Los "gellidistas", como se llaman a sí mismos los seguidores del escritor, tienen servido el vértigo y la adicción con este libro. Aunque lo que desea Pérez Gellida es que a ese ejército se le sume una legión de nuevos lectores. El Nadal es esa palanca.
Ganar el Premio Nadal es un punto de inflexión en mi carrera
Porque esta novela de madurez, como la ha calificado Rosales, es a veces como un western que se desliza a una velocidad endiablada en la frontera entre Zafra (Badajoz) y Sevilla, que en parte surgió de la falta de sueño de su autor. Y también como un proyecto de guion, que fue creciendo hasta transformarse en novela ganadora.
"Lo principal y destacable es que ganar el Nadal es un punto de inflexión en mi carrera. Para mí, escribir no era algo vocacional. Contar historias surgió para conciliar el sueño. Me inventaba una historia que continuaba al día siguiente y que terminó atrapada en el papel", explicó el propio escritor.
Pérez Gellida admite que su estilo ha ido "madurando. Eso se consigue estando muchas, muchas y muchas horas delante del teclado". Y da buena cuenta de que el premio Nadal le supone un peso nunca antes sentido. "Noto cierta responsabilidad que en otras novelas no he tenido. Estoy confiado en que la novela pegará fuerte, ojalá no pase desapercibida. Los escritores tenemos la obligación de contar historias y de hacerlo bien".
El narrador no duda en resaltar su inclinación por los personajes negros, que en esta historia tienen rostros de guardias civiles, viuda, prostitutas, detectives... "Casi todas las historias las construyo a través de un personaje principal. Me atraen los personajes siniestros, para mí, como eje motivacional me interesan más estos que hablar de otros con bondades". Dice que el que más le ha costado construir es el de la protagonista, sobre todo porque es una mujer en una España hostil, violenta y oscura. "No había mujeres entre los asesinos en serie. El 90% eran hombres". Y 'compara' a su Antonia Monterroso de ahora con el Augusto Ledesma de Memento mori.
"Eran momentos muy complicados, en 1917. Hay dos Españas enfrentadas y el pueblo se enfrenta a muchas dificultades y eso me hace generar a mí ese ambiente hostil. Solo hay un personaje, Rosario, que está exenta de maldad, que sufre las consecuencias. Son personajes con muchas aristas y sombras". Y habla de los criminales como si los conociera de toda la vida, de tanto como ha escrito de ellos. "Los sociópatas o están en contra de todo o lo quieren cambiar a su manera, por eso son unos manipuladores".
Lo rural siempre tiene connotaciones más crueles que lo urbano, por rencillas que vienen de hace tiempo
¿Por qué abandonó Pérez Gellida, literariamente, la ventosa Valladolid por la árida Extremadura? Gellida habla de la historia que inspiró la suya, que se encuentra contada al final de su libro: una noruega que emigró a los EE UU y que para destacar y hacerse un hueco tuvo que afrontar muchas dificultades y cometer no pocos desmanes. "En ningún caso me planteé hacerlo en EE UU, pero tenía que encontrar un sitio. En Castilla también había mucho hambre, pero en Extremadura había un ingrediente que era el caciquismo; donde más presencia tuvo fue allí".
Fecha su novela en 1917 porque fue cuando se dieron los primeros brotes de una gripe aviar que luego se convertiría en el virus mal llamado la gripe española. En ese revoltijo comienza todo.
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