Conocida popularmente Pirola, el linaje BA.2.86, forma ya parte del conjunto de las subvariantes de ómicron que ha conseguido enfrentarse a nuestro sistema inmunológico. Circula en varios países a escala mundial, como España, y es considerado una variante de preocupación por la Organización Mundial de la Salud.
El Ministerio de Salud Pública (MSP) de Ecuador ha identificado la presencia de la nueva variante del SARS-CoV-2 llamada BA.2.86 (que se le ha dado el nombre popular de Pirola), en una paciente de Quito. Este es el primer caso registrado en el país, después de realizar la secuenciación genética, con apoyo del Instituto Nacional de Investigación en Salud Pública (Inspi), ha señalado en un comunicado. Los expertos no descartan su llegada a España y otros países europeos viendo la afluencia de casos que se están detectando.
Este virus, descendiente de la cepa ómicron, circula en varios países a escala mundial y es considerado una variante de preocupación, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Sin embargo, las consecuencias mostradas no tienen mayor riesgo de transmisibilidad o agravamiento de la enfermedad en la población. No obstante, Ecuador es el cuarto país de la región que ha reportado la presencia de esta variante, después de Brasil, Perú y Chile.
Lo cierto es que en el caso de España, los casos de contagio "presenta una fluctuación al alza", a escasos días de que empiece la Navidad. Así lo afirma el último informe elaborado por el Instituto de Salud Carlos III sobre el sistema de vigilancia de infecciones respiratorias agudas —entre las que se incluye el covid— en Atención Primaria y hospitales de nuestro país.
¿Qué síntomas tiene la variante pirola?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) la clasificó el pasado mes de agosto como "variante bajo vigilancia", pero el pasado 21 de noviembre, basándose en información actualizada, la elevó a 'variante de interés'. Todavía no ha llegado a ser considerada 'variante de preocupación' y el nivel de riesgo asignado por el organismo de la Organización de las Naciones Unidas es en estos momentos "bajo" por la escasa evidencia disponible todavía.
El linaje BA.2.86, conocido como 'pirola', viene a formar parte del sinfín de subvariantes de ómicron que han conseguido engañar lo suficiente al sistema inmunológico y se han propagado con mayor facilidad entre los seres humanos. En su última actualización de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades sobre la variante BA.2.86, correspondiente al pasado 27 de noviembre, indican que "no es posible saber si produce síntomas diferentes a los de otras variantes", ya que "tienden a ser similares en todas las variantes".
Tos, congestión, hasta dificultad para respirar
En general, según la Asociación Médica Estadounidense (AMA), los síntomas pueden variar desde aquellos típicos del resfriado, como tos y congestión, hasta dificultad para respirar y niveles bajos de oxígeno que requieren atención médica urgente, indican. Además de estos síntomas, también han surgido otros que se han detectado a medida que estas variantes se han ido propagando y que "pueden parecer diferentes" a otros observados anteriormente con variantes como la Alfa o la Delta.
"En algunos casos, todavía pueden aparecer síntomas como la pérdida temporal del gusto y el olfato, pero se ha vuelto menos común con la variante y subvariantes de ómicron", apuntan desde la AMA. Estos síntomas, cuya duración oscila entre cinco y siete días -aunque podría ser mayor dependiendo de cada persona-, son los siguientes:
- Fiebre
- Escalofríos
- Fatiga
- Dolores musculares o corporales
- Dolor de garganta
- Náuseas o vómitos
- Diarrea