Euskadi, Cataluña y la IA a examen en el Comité Editorial de EC

Euskadi, Cataluña y la IA a examen en el Comité Editorial de EC

El Comité Editorial de El Confidencial celebró el pasado día 9 de enero la primera sesión del año con la exposición y debate de seis ponencias. La primera de ellas sobre el impacto de la Inteligencia Artificial a cargo de la abogada Miriam González Durantez (aspectos jurídicos y geopolíticos) y de la columnista de este diario Marta García Aller (incidencia de la IA en el periodismo). La segunda, sobre la situación en Cataluña, correspondió a Josep Martí Blanc, analista de EC y de Esteban Hernández, jefe de Opinión de El Confidencial. Las grandes líneas de la actualidad vasca, tercera ponencia, las expuso Itziar Reyero, responsable del área de información política e Ignacio Varela, analista del periódico que, además, describió el panorama electoral español con particular detenimiento en las elecciones gallegas del 18 de febrero próximo y las autonómicas vascas que, previsiblemente, se celebrarán en primavera.

Ángel Villarino, director adjunto de EC y Ramón González Férriz, columnista, en la cuarta, expusieron un balance de la presidencia española de la UE que concluyó el 31 de diciembre de 2023, el alcance del choque bélico en Oriente Medio (Israel y Gaza) y, en particular, el posicionamiento del Gobierno respecto de esa crisis y de su negativa a participar en la operación de protección de la navegación comercial en Bad Al-Mandeb, hostigada por las milicias hutíes. Finalmente, Carlos Sánchez, adjunto al director de EC y Fernando Abril, empresario, abordaron la pendiente renovación del sistema de financiación autonómica, quinta ponencia, y Miquel Roig, director adjunto de EC, cerró las exposiciones con un análisis del perfil técnico y político, así como las expectativas sobre su gestión, del nuevo ministro de Economía, Carlos Cuerpo. A la reunión del Comité, presidido y coordinado por José Antonio Zarzalejos, asistieron también el presidente-editor de El Confidencial, José Antonio Sánchez, su director, Nacho Cardero y el abogado Joaquín de Fuentes Bardají.

Inteligencia Artificial

A Europa le interesa que sea USA y no China quien domine la IA. Hay que ser realistas y estratégicos. No vamos a poder competir con Estados Unidos. Pero podemos hacernos un hueco a través de Francia y Alemania. Y sobre todo tenemos que dominar las aplicaciones de inteligencia artificial en los sectores en los que ya somos competitivos (algo crucial tanto para la UE como para España). Para ello necesitamos el open-source de los LLMs (modelos de lenguaje). La UE tiene que dedicar mucho menos esfuerzo a reglamentar y mucho más a eliminar barreras. Hay que dejar de ver a las empresas como enemigas de la sociedad, porque no podemos posicionarnos en IA si no es a través de ellas. Y sobre todo hay que tener una visión optimista y posibilitadora de la IA. Para Europa, la Inteligencia Artificial es una oportunidad: nos puede permitir dar un salto de productividad que hasta ahora era impensable. Y respecto de la incidencia en el periodismo, resulta evidente que la IA implica tres desafíos, el tecnológico, el ético y el de negocio. El gran debate que en este momento se está produciendo en el sector es el papel de la IA generativa, si crea a no valor añadido, si será o no un instrumento válido para la verificación y fiabilidad de las informaciones y análisis y cómo cambiará la interactuación con las audiencias.

La situación en Cataluña

Hasta que Oriol Junqueras y Carles Puigdemont no abandonen el escenario, el independentismo seguirá atado a una lógica narrativa que imposibilitará la aparición en ambos partidos de liderazgos alternativos sólidos que puedan abandonar, no la praxis -esto ya ha pasado- sino la retórica del referéndum y la unilateralidad como una posibilidad en el horizonte. El recorrido de la amnistía hasta su plasmación práctica -si se produce- marcará candidaturas soberanistas y discursos. Pero la galvanización de la acción política en Cataluña -aunque en el resto de España pueda no parecerlo- se produce ahora por otras variables que no son la independencia, o no solo. Vamos hacia un escenario en el que otros temas se hacen hueco cada vez con mayor asiduidad. Seguirá habiendo un plus de imprevisibilidad que hace imposible previsiones a largo plazo. Pero la mayor garantía de que los aviones de la utopía soberanista seguirán aterrizados es que no tienen público en sus propias filas dispuesto a acompañar a estas alturas según qué aventuras. Y la velocidad a la que está cambiando demográficamente la sociedad catalana invita a pensar, en el largo plazo, que el procés habrá sido el canto del cisne del soberanismo. Así empieza a verse entre los propios independentistas y por eso se busca refugio en cuestiones como la lengua (hemos pasado de la independencia a salvar el catalán) o se empiezan a observar ciertos discursos sobre la inmigración como verdadera amenaza para la "nación catalana" (en los últimos 10 años la única amenaza era España).

Ignacio Cembrero

La situación en el País Vasco y una referencia a Galicia

En Euskadi se registra un pugilato entre el PNV y EH Bildu que presentarán candidatos renovados en las autonómicas. Los nacionalistas pretenden retener el poder ganando en escaños a los abertzales radicales y pactando, como hasta ahora, con el PSE. Por su parte, EH Bildu ofrece un perfil de incremento de sus posibilidades electorales, pero con dudas sobre la eventualidad de imponerse al PNV, tanto en escaños como en votos populares. Pero en el caso de que así sucediera, tampoco estaría estratégicamente claro que los socialistas pactasen con EH Bildu, a pesar de haber apoyado en Navarra su moción de censura y sostener indirectamente el Gobierno foral de María Chivite al frente. Al tiempo se están produciendo pactos cruzados, del PNV con Junts, y ambos con el PSOE, y de EH Bildu con Esquerra, y ambos, también con los socialistas. En este contexto, el pacto expreso entre nacionalistas y PSOE es de gran alcance para las pretensiones del PNV (máxima bilateralidad) y, aunque implícito, lo es también el de los abertzales radicales con el partido de Pedro Sánchez. Es relevante, en esta situación, el relevo en las listas del PNV del todavía lendakari Iñigo Urkullu, desgastado por una gestión cuestionada de la pandemia y del deteriorado funcionamiento de otros servicios públicos. La presidencia del EBB, ostentada por Andoni Ortuzar, está también en juego y dependerá, en buena medida, de los resultados de las autonómicas que, hasta el momento, se prevé ajustado entre PNV y EH Bildu, pero suficiente para que los nacionalistas repitan coalición con el PSE.

Caso distinto es el de Galicia en donde las posibilidades de que el PP repita una mayoría absoluta, quizás de menor entidad que en 2020, son altas, entre otras razones por la irrelevancia de Vox y el fraccionamiento de las formaciones de izquierda a tal punto de que es muy verosímil que ni Sumar, ni Podemos, ni escisiones del BNG logren escaño, que los socialistas sigan en tercer lugar y que los nacionalistas de Ana Pontón se mantenga, con efectivos aumentados, en el segundo puesto del ranking. Estas elecciones en Galicia y las europeas el 9 de junio próximo son "dos bolas de partido" para Núñez Feijóo.

Financiación autonómica

El actual sistema lleva una década caducado y debía haber sido revisado en 2014, de modo que el actual responde al de 2009 cuando la población residente era de 46,3 millones y hoy más de 48 y ha mediado una segunda recesión, una pandemia y un proceso ultra inflacionista. Sin embargo, las negociaciones siguen bloqueadas y se practica una mera política de transferencias, así como una condonación de los saldos negativos (devoluciones al Estado) de la liquidación de 2020. Inciden en este terreno decisiones políticas como la condonación prevista Cataluña (una quita de 15.000 millones del FLA), que si generaliza alcanzaría la considerable cifra de 88.000 millones de euros, si el cálculo se hace perdonando la deuda a cada comunidad la misma cantidad por habitante ajustado. El problema es endiablado, porque el PP tiene un gran poder territorial pero el PSOE dispone del Gobierno central y entre ambos no hay puentes. En un contexto de menor crecimiento en 2024, y con menor inflación, sacar adelante la reforma es hoy más difícil. Entre otras razones porque los tipos de interés han subido de forma radical y eso encarece el servicio de la deuda. La consecuencia es que la gran mayoría de las Comunidades Autónomas siguen sin poder acudir al mercado para financiarse. De hecho, una condonación de un 20% del FLA para Cataluña (73.110 millones de deuda total) o para la Comunidad Valenciana (48.344) podrían no ser suficientes. Porque el 80% restante sigue siendo un volumen de deuda enorme.

Presidencia Espanola de la UE y la Crisis en Oriente Medio

El Gobierno exageró las expectativas de la presidencia del Consejo de la UE, aunque la gestión de este encargo transitorio fue correcto y obtuvo algunos éxitos notables que se acumularon en el último tramo del año (antes, y desde el 29 de mayo, estaba en funciones). A destacar un razonable acuerdo sobre las reglas fiscales ; ha sido precario el relativo a migraciones, se ha acordado la regulación de la Inteligencia Artificial y se celebró la cumbre UE-CELAC, pero sin singulares logros comerciales y, así, no se ha firmado el acuerdo con Mercosur. El Gobierno ha emitido señales contradictorias: por una parte proclamó su compromiso comunitario, pero por otro ha incurrido en incoherencias, en gran medida por la situación política interna española. Sánchez se ausentó de la cumbre UE-CELAC y llevó a la Comisión un asunto que causó malestar y que ha quedado pospuesto: la petición de que el catalán y el vasco fueran lenguas oficiales en la UE. El discurso del presidente del Gobierno en el pleno final de mandato en Estrasburgo fue más agresivo y político de lo que se acostumbra en estas comparecencias. Se ha reforzado la idea de que España transmite sus problemas domésticos a las instituciones comunitarias.

Nacho Alarcón. Bruselas

En relación con la guerra de Gaza y la crisis general en la región, España ha sido el país occidental que antes y con más decisión ha tomado distancia con Israel, por delante de Bélgica e Irlanda, debido, en buena medida, a variables de la política interna de nuestro país. Eso ha generado una crisis diplomática con Israel. La crítica al Gobierno es de fondo, pero mucho más de forma, al expresar su posicionamiento de una manera que, por ejemplo, los Estados Unidos, ha considerado inadecuada. Hasta la crisis del mar Rojo todo era retórica diplomática, pero ahora se trata de afrontar problemas reales. España una vez más ha sido el primero en desmarcarse de la misión impulsada por EEUU para atajar un problema que objetivamente afecta al comercio internacional. No se ha actuado con una estrategia premeditada para mandar un mensaje. El problema es que nos hemos visto obligados a retratarnos rápido porque España lideraba la operación Atalanta contra la piratería somalí y lo que se propuso fue ampliarla hacia el mar Rojo. Eso es lo que vetó España. Hay varios países tomando distancias, pero España es el más reticente y ambiguo. No quiere ser percibido como un aliado de Israel, pero la amenaza de los hutíes en Bab Al-Mandeb trasciende la guerra de Gaza. Es innegable que EEUU no está cómodo con nuestra posición.

Nuevo ministro de Economía

Carlos Cuerpo está considerado como un técnico competente, pero con un bajo perfil político. Y aunque Sánchez le ha encomendado la presidencia de la Comisión delegada de Asuntos Económicos, la presencia en ella de las tres vicepresidentas sugiere que esa presidencia no será especialmente autónoma. El nuevo ministro, evocando a su predecesora, parece encarnar la ortodoxia tradicional en la visión de sus competencias ministeriales. Habrá que ver cuánto margen de acción le permite la Moncloa y la ministra de Hacienda, pero en los cuatro años de legislatura Economía tendrá un papel importante en definir el entramado institucional de la Administración General del Estado porque vencen los mandatos del Gobernador del Banco de España y otras instituciones, desde la presidencia de la CNMC hasta la de la CNMV. En 2026 vence también la vicepresidencia de Luis de Guindos en el Comité ejecutivo del BCE, una silla a la que España no puede renunciar.

El Comité concluyó con las intervenciones del director y del editor de El Confidencial. Todas las ponencias -con sus respectivos resúmenes ejecutivos- quedan a disposición de la redacción de El Confidencial para fijar criterio informativo, valorar la importancia de los acontecimientos más relevantes y aumentar la capacidad y la calidad de los textos que el periódico ofrece a sus lectores.



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