Las negociaciones sobre las enmiendas a la ley de amnistía entre el PSOE, Junts per Catalunya y ERC se mantienen abiertas antes del debate en la Comisión de Justicia que se desarrollará este martes. Los neoconvergentes acabaron por aceptar las modificaciones que habían pactado el resto de socios en el debate de la ponencia en un "gesto de buena voluntad" para acercar posturas con los socialistas y abrir la puerta a incluir el resto modificaciones. La clave de bóveda está en la intención de las fuerzas independentistas de incluir los delitos de terrorismo en el texto, algo que para los socialistas es una línea roja, pero los negociadores mantendrán las conversaciones en las próximas horas.
"Que nos seduzcan ellos a nosotros", explican fuentes socialistas en una forma de mantener abierta esa puerta, aunque el asunto del delito de terrorismo parece insalvable a esta hora de la negociación. La comisión de Justicia llega este martes con 8 enmiendas pactadas incluídas en el texto y un debate que será artículo por artículo y dará pie a una discusión a brazo partido, el paso previo al debate en el Pleno del Congreso, algo que se prevé para la última semana de enero. "El debate será fructífero y podremos hablar de toda circunstancia", ha dicho Esther Peña, la nueva portavoz de la Ejecutiva del PSOE, que se ha estrenado este lunes en Ferraz después de su nombramiento este fin de semana en la Convención Política que los socialistas han celebrado en A Coruña.
Peña ha vuelto a defender que el texto de la ley de amnistía es "impecable" desde el punto jurídico y encaja en la Constitución, la postura que mantiene el PSOE desde antes incluso de que se conociera la literalidad de la norma. Ese es el requisito que tiene cualquier modificación que lleve la firma socialista y, de hecho, es la justificación para incluir en el texto las 8 enmiendas ya aceptadas. Se trata de mejoras "técnicas" que van encaminadas a impedir que cualquier recurso contra la ley en los tribunales no pueda prosperar, pero que también tienen guiños a los líderes de ERC y Junts implicados en el procès, como el propio Puigdemont u Oriol Junqueras, que podría beneficiarse de la suspensión de la pena de inhabilitación y volver a la política institucional.
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Beatriz Parera
"Hemos hablado mucho, pero somos conscientes de que hay que superar el horizonte judicial", ha admitido Peña en su comparecencia. El cónclave de Galicia, a pesar de que no ha contado con debate previo, ha servido a los socialistas para terminar de abrazar la defensa del perdón general a los implicados en el procès como vía para lograr ese objetivo. "Estamos aquí para ensanchar la democracia e incorporar a los actores que tuvieron que salir en 2017 de España", ha abundado la nueva portavoz socialista y diputada por Burgos, en referencia a los políticos independentistas.
Peña ha defendido un concepto, la "democracia de la generosidad" que consiste en dar "una oportunidad para volver a empezar". "Parece muy romántico, pero no lo es", ha bromeado la dirigente socialista, que ha asegurado que la amnistía debe servir para "mejorar la vida de los catalanes" y "destensionar" la relación entre territorios del país. "Hay una pluralidad y diversidad que no es la de Cataluña y Madrid", ha reivindicado la política castellanoleonesa. Esta mano tendida contrasta con la actitud de Junts, que se ha sumado al bloque de la investidura, pero insiste una y otra vez en que sus acuerdos con el PSOE no busca colaborar en la gobernabilidad del Estado, sino seguir dando pasos hacia la independencia de Cataluña.
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