El convocante de la concentración de Nochevieja en la calle de Ferraz donde los presentes apalearon un muñeco del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, declarará mañana miércoles ante la Policía Nacional. Según informan a El Confidencial fuentes policiales, está citado a las dependencias de Moratalaz (Madrid), donde se encuentra la sede de la Brigada Provincial de Información de la Jefatura Superior de Policía de Madrid.
Fuentes de la investigación detallan a este periódico que se trata de un varón que responde a la identidad de Antonio Martínez Vázquez. Desde la Delegación de Gobierno de Madrid tan solo han confirmado que la comunicación a la que obliga la ley para poder concentrarse legalmente la hizo a título particular, sin vincularse a ninguno de los colectivos que desde hace semanas se concentran en los aledaños de la sede nacional del PSOE.
Protestan contra el líder del Ejecutivo desde que se conocieron sus negociaciones con los partidos independentistas para ser investido como presidente. Eso incluye conversaciones con el expresidente fugado de Cataluña, Carles Puigdemont, y una ley de amnistía que borra su responsabilidad penal en el desafío independentista de Cataluña de 2017. Los socialistas ven en lo sucedido durante Nochevieja un delito que va más allá de los insultos registrados habitualmente en estas concentraciones.
Según la ley que regula el derecho de manifestación en España, los convocantes son los responsables “del buen orden de las reuniones”. Aunque todos los trámites estén en regla, pueden responder de los daños causados si se produjeran destrozos. También pueden ser condenados a penas de hasta tres años de prisión si, por ejemplo, los asistentes portan armas, “objetos contundentes o de cualquier otro medio peligroso”.
El muñeco terminó ahorcado y apaleado, un acto de "violencia fascista", según denunció este martes en TVE el portavoz de los socialistas en el Congreso, Patxi López. El dirigente exigió, además, al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, un "rechazo" verbal. Fuentes del PP muestran su "condena" a "todo lo que no entra en los límites del respeto", pero comparan lo sucedido en fin de año en la sede de los socialistas con la quema de las fotos del Rey. "El mismo PSOE que acaba de decir que no le parece mal a nivel penal que se quemen fotos del monarca o la bandera de España se muestra indignado por una piñata con la cara de Pedro Sánchez", denuncian.
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