El español ha sido liberado tras más de 15 meses encarcelado: "No me lo creo, ha sido muy duro".
El español Santiago Sánchez Cogedor, preso en una cárcel de Irán durante 15 meses acusado de espionaje, ha regresado a España finalmente este martes y ha podido reunirse con su familia en Madrid. "No me lo creo, ha sido muy duro, pero ya estoy aquí", ha indicado ante los medios de comunicación tras su aterrizaje en Barajas.
La historia de este madrileño, de 41 años, es una de esas que nunca se olvidan. Su viaje comenzó el 8 de enero de 2022 en la localidad madrileña de Alcalá de Henares, cuando decidió emprender a pie un largo trayecto con destino a Qatar. Su objetivo era claro: acudir al mundial de fútbol que tenía como fecha de comienzo el 20 de noviembre de ese mismo año.
Sus allegados confirmaron después que el motivo real del viaje no era deportivo, sino que se trataba de su "excusa" para "concienciar a la gente de que se puede ir a los sitios andando". Su idea era demostrar que existe la posibilidad de llegar a pie a cualquier lugar y "ayudar" a su vez "a niños desfavorecidos que están en centros de acogida".
Visita a la tumba de Masha Amini
Durante esos meses, Santiago recorrió medio mundo. Cruzó diferentes países, como Francia, Mónaco, Italia, San Marino, Albania, Grecia o Turquía, en una travesía en la que trató de ayudar a los más desfavorecidos o jugar con los más pequeños que encontraba a su paso, una experiencia que en todo momento fue documentando en su cuenta de Instagram. "Empiezan a salir niños de las casas y a echarme el balón a los pies para que juegue con ellos. Uno salta delante de mí gritando' 'shuuuuu", comentaba a su paso por el último pueblo de Irak.
Finalmente, el 2 de octubre entró en Irán, momento en el que su viaje se truncó. Al cruzar la frontera, el madrileño conoció a varios iraníes y, confiando en ellos, accedió a su recomendación de visitar la tumba de la conocida activista Masha Amini, asesinada por la Policía de la Moral por llevar mal colocado el velo.
La muerte de la joven había originado fuertes protestas tanto en el país como en gran parte del mundo, unas protestas que en Irán se apagaron tras una fuerte represión que causó 500 muertos, miles de detenidos y varias ejecuciones de manifestantes. Pese a esta situación, el exmilitar acudió al lugar y comenzó a hacer fotos de la zona, lo que provocó que policías no uniformados le arrestaran. Mientras, los iraníes a los que había conocido huyeron corriendo del lugar.
Tras varios días sin noticias de Santiago, su familia y sus amigos informaron de su desaparición. Después de un periodo de gran incertidumbre, finalmente se confirmó que había sido detenido y trasladado a la cárcel de Tabriz, localizada en la provincia de Azerbaiyán Oriental.
La prisión más dura del país
Después de más de dos meses retenido, el embajador español en Irán, Ángel Losada, junto con un grupo de GEO, acudió a visitar al español por primera vez. Estaba acusado de espionaje, un delito castigado con la pena de muerte. Después de esta visita, Santiago fue trasladado a una nueva prisión, la temible Evin 209, conocida como la más dura de Irán.
Durante su estancia en aquel centro, el madrileño declaró que las condiciones en aquel lugar eran complicadas. "Estuve en una habitación pequeña de un metro cuadrado. No había cuarto de baño. Había una luz led en el techo 24 horas encendida y si quería ir al baño tenía que llamar a un interfono: 'Please, toilet' y los guardias se reían", explicó en un audio que logró enviar a un amigo y al que tuvo acceso El Mundo.
A lo largo de los siguientes meses su situación no mejoró. Como consecuencia, llegó a plantearse "dejar de comer", tal y como se escuchaba en las grabaciones, en las que se le percibía un triste tono de voz. "Voy a dejar de comer porque estoy triste. Llevo un año escuchando indicaciones de que 'todo está bien', 'vas a salir pronto', 'eres inocente'... ¡Hay un español inocente en una prisión! Quiero que la g... {getToc} $title={Tabla de Contenidos}