Se busca conductor para un coche 150 veces más potente que un Fórmula 1: supera los 1.200 km/h


         Se busca conductor para un coche 150 veces más potente que un Fórmula 1: supera los 1.200 km/h

Sus creadores quieren batir un récord en el desierto de Sudáfrica.

Un vehículo busca batir el récord de velocidad sobre tierra. Se trata de un híbrido entre coche y cohete, pero le falta un detalle fundamental: un conductor que se ponga a su volante y domine su potencia.

El ingeniero británico Stuart Edmondson ha diseñado el Bloodhound, con 150 veces más potencia que las máquinas utilizadas en la Fórmula 1. Impulsado por un motor a reacción EuroFighter con tres cohetes Nammo, recorre 2,25 kilómetros en sólo 3,6 segundos cuando alcanza la máxima velocidad, pero el potencial del Bloodhound es mucho mayor.

Tal y como recoge The Sun, los últimos datos muestran que el automóvil debería poder superar los 1.200 km/h y, con suerte, superar los 1.300 km/h con comodidad si se dan las circunstancias externas necesarias.

Stuart Edmondson ahora está buscando un nuevo conductor que tome el volante del ambicioso proyecto que él personalmente ayudó a llevar de una idea a la realidad. Está buscando a alguien que pueda entrar y pilotar el coche con confianza y tener muchas ganas de hacer historia.

"Necesito a alguien que haya vivido y respirado ese ambiente de alta presión. El conductor perfecto debe ser alguien que pueda operar en un entorno de alta velocidad, ya sea en un automóvil veloz, un motociclista o incluso un piloto", dice el ingeniero.

El conductor perfecto debe ser alguien que pueda operar en un entorno de alta velocidad

"Pero realmente es alguien que ha estado en ese ambiente de alta presión y alto ritmo y que no se derrumbará cuando esté bajo presión", agrega Edmondson. "Deben comprender la capacitación y preparación que se necesita para manejarlo", dice.

El ex piloto Andy Green, que actualmente ostenta el récord de velocidad en tierra, se sentó en el coche durante todas las pruebas y sigue siendo parte del proyecto, pero está preparado para guiar al nuevo conductor y llevarlo a través de pruebas estrictas para que esté listo para superar los 1.200 km/h.

El nuevo conductor necesita experiencia, tener un gran nombre o al menos ser capaz de atraer a una gran audiencia para que el proyecto pueda seguir siendo financiado y finalmente completado.

Edmondson pretende también que Netflix o Amazon Prime se entusiasmen con la idea de seguir a alguien que nunca antes ha conducido a estas velocidades y comenzar a filmar la preparación para el récord.

"La parte delantera del coche es como un coche de Fórmula 1, la parte trasera es más como un avión de combate con motores a reacción, pero en última instancia, por definición, es un coche, con cuatro ruedas en el suelo, dirigido por un ser humano", dice Edmondson.

La mayoría de los intentos anteriores de batir récords se realizaron en EE UU, pero con el clima cambiando dramáticamente en los últimos tiempos ya no era posible hacerlo en suelo estadounidense.

Sudáfrica, el lugar elegido

El desierto de Kalahari, en Sudáfrica, es el siguiente lugar en la lista para Stuart y su equipo de expertos. Esto se debe a las inundaciones periódicas en las planicies del Cabo Norte, que ablandan ligeramente el suelo y lo mantienen en perfectas condiciones para que un motor rápido y potente se deslice por el desierto. Otro factor clave es tener suficiente espacio para que pueda alcanzar su velocidad máxima y detenerse a kilómetros de distancia.

Esto significaba que un enorme espacio vacío en medio de un desierto sin uso es el lugar perfecto para que un equipo de inconformistas rompiera el récord de velocidad en tierra una vez más.

Stuart Edmondson dice que eligió el lugar porque "hay muy pocos lugares en el planeta que nos brinden el terreno perfecto, liso, largo y plano en el que podamos realizar las carreras".

La velocidad récord a batir es de 1227 km/h y fue establecida por Andy Green en 1997 cuando su coche supersónico Thrust alcanzó esta velocidad en el desierto de Nevada (EE UU).

Stuart Edmondson conoce los peligros potenciales de volverse supersónico, pero dice que el equipo tiene todo estudiado y bajo control: "El mayor desafío que tenemos es garantizar que el coche funcione con seguridad, pero también se trata de superar los límites de la ingeniería".

"La aerodinámica es lo más importante, ya que es necesario mantener el coche estable para evitar que vuele por el aire", prosigue. Una de estas herramientas de seguridad es la gran aleta de la parte trasera del automóvil, que debería evitar que se vuelque a altas velocidades y destruya el coche y al conductor que está dentro si ocurre un problema catastrófico.

Al igual que en un coche de F1, la aleta actúa como un tope, de modo que cuando golpea el suelo evita que... {getToc} $title={Tabla de Contenidos}

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