Sánchez y Feijóo no quieren ni verse, pero hay políticos del PP y del PSOE que sí se soportan

Sánchez y Feijóo no quieren ni verse, pero hay políticos del PP y del PSOE que sí se soportan

Como cuando te encuentras a un conocido y afirmas que hay que verse algún día, pero sin el mayor interés. Así están Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo, sin acabar de poner fecha a una reunión que revelará si son capaces de sentarse y alcanzar algún acuerdo. Mientras ellos se lo piensan, con la polarización en máximos, dos exdirigentes del PP y del PSOE, Gabriel Elorriaga y Jordi Sevilla, han empezado a emitir el pódcast Políticos aparte para recuperar "el arte perdido de discrepar de forma agradable". Una iniciativa absolutamente rompedora, en medio de los insultos que se intercambian todos los días el Gobierno y el principal partido de la oposición.

El exsecretario de Estado de Organización Territorial y antes diputado popular junto con el exministro y también parlamentario socialista hace varias legislaturas pretenden elevarse por encima de la división política. La idea de juntar a Elorriaga y Sevilla partió del periodista y escritor hispanobritánico Tom Burns, que ha querido reproducir en España un formato que triunfa en Reino Unido con Alistair Campbell, director de Comunicación de Downing Street en tiempos de Tony Blair, y Rory Stewart, ministro en el mandato de Theresa May, que comparten The Rest is Politics. En apenas año y medio, se ha convertido en el pódcast político de más éxito.

Igual es necesario que Burns medie también entre Sánchez y Feijóo, que no acaban de encontrar el momento de verse. El presidente del Gobierno lanzó la idea a través de los medios de comunicación y, aunque han existido contactos entre su gabinete y Génova, el PP aún no ha respondido a la oferta de tres fechas este mismo mes. La pretensión de Sánchez es crear una comisión de trabajo para abordar la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), la reforma del artículo 49 de la Constitución para eliminar el término disminuido y la nueva financiación autonómica.

Feijóo exige introducir otros asuntos en el orden del día, pero ha mostrado inicialmente su disposición de acudir. Pero su equipo no concreta un día. En la dirección popular piensan que este movimiento es una "cortina de humo" para "tapar la amnistía" y que el Gobierno, en ninguna de sus actuaciones, "siembra" para que sea posible un acercamiento. Dirigentes del partido se remiten así al señalamiento de jueces por parte de Junts —que ayer el ministro de Justicia y Presidencia, Félix Bolaños, y la ministra de Defensa, Margarita Robles, censuraron—, las comisiones de investigación sobre supuesto lawfare contra el independentismo o el anuncio de que los socialistas navarros apoyarán en Pamplona una moción de censura que convertirá en alcalde al candidato de Bildu.

Este jueves en Bruselas, Feijóo lo calificó de "pacto miserable" y cargó también contra la intervención del presidente en la Eurocámara, en la que respondió duramente al líder de los populares europeos, Manfred Weber, muy implicado en la estrategia de Génova contra la amnistía. El propio Sánchez, en unas declaraciones en la capital belga, insistió al dirigente popular en la necesidad de su cita en la Moncloa, porque tiene "el deber" como jefe de la oposición de "trabajar por el interés general". "Espero que cierre ya una fecha, no hay argumentos para que el PP no se siente a la mesa".

Mientras ellos no lo hacen, pueden tomar nota de la voluntad de diálogo y la mesura de Sevilla y Elorriaga. Ni insultan a su propio partido, muy en boga, ni al contrario. El título del primer capítulo ya es incitador: "¿Polarización o consenso?". Conocidos, aunque no amigos, se estrenan en el mundo del pódcast porque comparten "la necesidad de ir contra corriente". De clamar un "así no" en un momento en que, admiten, el ruido político es superior al habitual.

"Ponerse de acuerdo en algunas cosas"

Ninguno esquiva la "contaminación" que, entienden, PP y PSOE han tenido del "populismo" de Podemos y de Vox. Sevilla admite que en 2015, en el momento de más auge de Pablo Iglesias, "sentían su aliento en el cogote" y cree que la ultraderecha de Santiago Abascal explica ahora la "radicalidad" del PP. Elorriaga contrapone a esta idea la existencia de una "nueva agrupación de la izquierda", con la suma del independentismo, que afecta a la coyuntura actual de enfrentamiento. "Eso complica todo mucho". Aunque la conclusión de ambos es que "PP y PSOE se tienen que poner de acuerdo en algunas cosas". Por si lo escuchan Sánchez y Feijóo. "Estar en partidos distintos no es oponerse a todo", destacan.

Opinan sobre asuntos de actualidad como la quita de deuda o el CGPJ. El socialista, para apoyar a su compañero popular en la reflexión de que "es muy difícil de explicar una condonación pactada unilateralmente con una comunidad". Es "intolerable" por parte del resto de autonomías, sean del color que sean. Elorriaga coincide con Sevilla es que hace falta un acuerdo para renovar el Consejo General del Poder Judicial y recuerda que su partido a lo largo de estos años no ha cumplido su promesa electoral de despolitización, aun teniendo mayorías para ello.

El popular no hace una sola concesión a la amnistía. El exministro defiende que es un "error político", pero considera que es totalmente constitucional. Elorriaga esgrime que ese no es el debate, que lo sustantivo es si es mala o buena y que no tiene sentido concederla "a quien manifiesta públicamente su voluntad de reincidir en el delito". Incluso hablan sobre el conflicto entre Palestina e Israel, un asunto en el que tampoco el Ejecutivo y el PP están en línea. Por si Sánchez y Feijóo, si finalmente se ven, lo quieren incluir en la agenda.



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