Con 41 años, Gabriel Rufián ya se ha convertido en un clásico del Congreso, tras su irrupción en 2016. ERC le asignó en mayo una misión imposible, la candidatura municipal en su ciudad natal de Santa Coloma de Gramenet (Barcelona), gran feudo socialista. Dos meses después, encabezó de nuevo las listas de su partido el 23-J, con un fuerte retroceso. Y a pesar de todo, sigue siendo la voz de ERC y uno de los más incisivos oradores en el Parlamento.
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