Las cinco fugas de prisión más increíbles de la historia


         Las cinco fugas de prisión más increíbles de la historia

Algunas muy espectaculares, otras sencillas, repasamos las fugas carcelarias más llamativas de la historia.

ITER CRIMINIS por Carmen Corazzini

La reciente huida de 'El Pastilla' de la cárcel de Alcalá Meco, en Madrid, demuestra que un pequeño despiste puede ser catastrófico. Algunas muy espectaculares, otras sumamente sencillas, repasamos algunas de las fugas carcelarias más llamativas de la historia. Hay que tener arte hasta para escaparse.

Choi Gap-Bok

Este surcoreano practicó yoga durante más de veinte años, y eso le salvó de la cárcel. Al menos, durante un tiempo. Choi Gap-Bok fue encerrado en 2012 por robo, pero no duró en prisión ni una semana. Tras untarse en crema y aceite, fue capaz de colarse entre los barrotes de su propia celda. Se deslizó por una ranura de 15 centímetros de alto y 45 de ancho aprovechando su flexibilidad. El yogui escapista acabó escondido entre las montañas, pero volvió a ser capturado poco tiempo después. Aunque para maestros del escapismo, El Chapo Guzmán.

El Chapo Guzmán

Tan increíble fue la huida de El Chapo, que plasmarla en un guion resultaría forzado. El famoso narcotraficante se encontraba, en 2015, cumpliendo condena en la cárcel mexicana El Altiplano. Las imágenes de las cámaras de vigilancia muestran al narco tumbado en su celda. Desde la ducha resuenan ruidos de taladros, golpes y martillazos, pero ningún guardia lo advierte. De pronto, El Chapo se aproxima al baño y desaparece mágicamente tras la taza del wáter.

Por ahí se deslizó, agujero abajo, hasta alcanzar un túnel de kilómetro y medio de largo. El conducto estaba electrificado, iluminado y ventilado, con soportes de madera, rieles y hasta una motocicleta con bidones de gasolina para aligerar la huida. Solo le faltó un camarero con canapés para el trayecto. Cruzó de su ducha a la libertad con total comodidad. En 2016, sin embargo, le volvieron a pillar.

Actualmente se encuentra en la cárcel de alta seguridad de Florence, en EE UU. Nadie ha sido capaz de salir de ahí, la llaman “la Alcatraz de las Rocosas”. Pero lo cierto es que ni siquiera la verdadera Alcatraz se libró de fugas. Tres atracadores de bancos se escaparon en 1962, y su historia fue tan sorprendente que terminó protagonizándola Clint Eastwood.

Fuga de Alcatraz

Frank Morris y los hermanos John y Clarence Anglin no tuvieron el poderío del Chapo para montar un túnel electrificado. Lo que sí tuvieron fue mucha paciencia. Durante varios meses, cavaron un agujero en un muro de cemento usando unas simples cucharas. Además, para despistar a los guardias, fabricaron falsas cabezas con papel

higiénico, yeso y pelo, y las usaron para hacer bulto en sus camas vacías y simular que dormían. Treparon por el hueco, pasaron por conductos de ventilación, y se lanzaron al mar sobre una balsa construida con cincuenta gabardinas. Salieron así de la cárcel-isla más segura del mundo.

Se cree que murieron ahogados, pero sus cuerpos nunca fueron encontrados y algunas teorías sostienen que sobrevivieron. Las autoridades recibieron en 2013 una carta firmada, supuestamente, por John Anglin, en la que afirmaba seguir vivo. También habría aparecido una foto de los hermanos en Rio de Janeiro. Además, un sobrino de la familia aseguró que su abuela estuvo recibiendo flores y tarjetas firmadas por John y Clarence durante años. El cineasta Don Siegel cuenta esta historia en Fuga de Alcatraz, cinta de 1979. Aunque para final peliculero, el del gángster John Dillinger.

John Dillinger

John Dillinger fue catalogado por el FBI como el “enemigo público número uno”. La casualidad quiso que el criminal muriera abatido por la policía, justo cuando salía de ver en el cine Enemigo público número uno, película encabezada por Clark Gable, que se proyectaba en el Biograph Theater de Chicago, aquel julio de 1934. Los agentes le esperaron a la salida y lo tirotearon. El enemigo público número uno viendo El enemigo público número uno. Pura ironía.

John Dillinger atracó una docena de bancos hasta que fue capturado y encarcelado en Crown Point. En prisión, talló un trozo de madera hasta darle forma de pistola. Luego la pintó de negro y amenazó con ella al personal de seguridad. El tipo consiguió escapar apuntando a los agentes con un arma de juguete, después huy... {getToc} $title={Tabla de Contenidos}

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