Estos dos hombres te explican por qué invierten 10 meses en montar el belén más esperado de Madrid

Estos dos hombres te explican por qué invierten 10 meses en montar el belén más esperado de Madrid

La afición por los belenes le llegó bien pronto a Ángel Luis García. Desde que sus padres lo ponían en su casa, el ahora presidente de la Asociación Complutense de Belenistas sentía una atracción especial, diferente, por ellos. En la actualidad, García está al frente de la entidad que realiza el mayor belén de Madrid, ubicado en la antigua fábrica GAL de Alcalá de Henares. Cuenta con 250 metros cuadrados y más de 300 figuras, la mayoría de ellas compradas a reconocidos imagineros.

Pero eso solo es el Belén Monumental. El espacio en el que se ubican les permite exponer un total de 2.000 metros cuadrados de belenes, ya que hay otros 16 pertenecientes a algunos socios que lo montan en sus casas pero deciden mostrarlo al público general. “Este año hemos cambiado la iluminación LED en el Belén Monumental. Así conseguimos un ahorro muy considerable en el consumo, que lo reducimos en un 90%”, dice orgulloso García.

En realidad, los belenistas complutenses son los encargados de realizar las edificaciones y la escenografía de las diferentes escenas, no así las figuras. “Tenemos unos imagineros de cabecera que nos hacen las figuras que les pedimos. Les decimos cómo las queremos y las hacen a palillo”, añade el presidente. A palillo significa, ni más ni menos, que el barro está tallado minuciosamente con un palillo.

La cuestión de la perspectiva es todo un arte. Las figuras que aparecen en primer término miden unos 50 centímetros, un poco más lejos van las de 40 centímetros y así sucesivamente hasta que las del fondo, ubicadas a 15 metros de profundidad, miden unos 11. “Son figuras únicas”, apunta este especialista.

Detalle del Belén Monumental de Alcalá de Henares. (Cedida)Detalle del Belén Monumental de Alcalá de Henares. (Cedida) Detalle del Belén Monumental de Alcalá de Henares. (Cedida)

Esta Asociación suele comprar un par de figuras nuevas cada año. “Cuestan en torno a 15 euros el centímetro, así que solo hay que echar cuentas”, informa el presidente de la entidad. Por lo tanto, una figura de 50 centímetros puede rondar los 750 euros, aunque aquellas elaboradas en serie cuestan menos. Sus imagineros de referencia son Javier Guilloto, del Puerto de Santa María, Joaquín Pérez, de Jerez de la Frontera y los Hermanos Cerrada, de Sevilla. También tienen obras del madrileño José Luis Mayo.

Preparar el belén desde febrero

A pesar de que el Belén Monumental de Alcalá tan solo se puede visitar en esta época navideña, su laborioso trabajo conlleva muchos meses más de preparación. De hecho, en la Asociación, que nació en 1995, ya están pensando cómo hacerlo para la temporada siguiente. Tampoco reciben ningún tipo de prestación por ello, más allá de la pequeña subvención que el Consistorio alcalaíno les adjudica cada año. “Nuestra satisfacción es ver cómo sale de contenta la gente después de haber pasado por la GAL”, apunta García.

Pedro García Martín

De todas formas, el poder trabajar durante todo el año “in situ” es una ventaja: “Una vez que clausuramos esta temporada, nos damos unas semanas de respiro. En febrero ya comenzamos a pensar en cómo haremos las nuevas edificaciones y la escenografía”, explica el presidente de la Asociación.

Él tiene 64 años y es maestro de taller: “Esto de los belenes es un vicio porque siempre hay algo más por hacer. Cuando terminas de montar uno, siempre ves que le falta algún detalle. Nunca acabas”. Algo parecido piensa Leo Herrero, secretario general de la Asociación y otro entusiasta. “Cuando tenía unos 50 años, mi mujer y yo nos apuntamos a uno de estos cursos de iniciación al belenismo y le cogimos verdadera afición”, rememora.

Un belenismo de coleccionismo

Desde entonces, los dos se integraron en el colectivo: “Trabajamos en nuestros ratos libres para construir estas maravillas. Más allá de la escenografía, nos encargamos de todos los útiles que aparecen: carros, carretas, cajas, sacos, fruta…”, especifica este militar en la reserva. La iluminación del belén no es un aspecto baladí. Además del cambio efectuado este año hacia la tecnología LED, estos belenistas son los responsables de programar los ciclos de día y de noche, y los atardeceres, y la luna y la estrella de los Reyes Magos que tanta ilusión hace ver aparecer.

Detalle del Belén Monumental de Alcalá de Henares. (Cedida)Detalle del Belén Monumental de Alcalá de Henares. (Cedida) Detalle del Belén Monumental de Alcalá de Henares. (Cedida)

Por otro lado, entre los belenistas están incluidos aquellos que se dedican al coleccionismo. No es el caso de Herrero, quien sí posee un belén particular completo de unas 40 figuras de entre 10 y 11 centímetros. “Yo conozco a gente que está especializada en coleccionar natividades, el misterio, únicamente. Hay personas con 200 o 300 sagradas familias”, ejemplifica el belenista.

La mayoría de los asociados se conocen por el cursillo que la propia entidad imparte. “Yo llevo en ella 14 años y entré con la formación que te enseña cómo hacer un belén. Ahí te pica ya el gusanillo y sigues”, comenta el presidente. De esta forma, anualmente imparten un curso que dura unas seis semanas y que suele comenzar en febrero. “Ya tenemos apuntadas a 50 personas para el de 2024, aunque luego se quedará en menos”, añade García.

Una afición en alza

Herrero echa la vista atrás y ve cómo la afición por los belenes ha aumentado en los últimos años. “Lo mismo ha sucedido con la Semana Santa, que en cualquier rincón de España van a más las procesiones y cofradías. Antes de la pandemia podíamos pensar que lo de los belenes era algo estancado, pero ha resurgido”, opina el militar en la reserva. Basa esta posición en el hecho de que “cada vez se compren más figuritas y los escaparates de los comercios vuelvan a poner un misterio, aunque sea”.

Héctor G. Barnés

El Belén Monumental de la ciudad complutense no es la única gran obra de esta Asociación. En la llamada Casa de la Entrevista, también en Alcalá de Henares, montan otro de 35 metros cuadrados que se puede observar a cuatro vistas, es decir, desde cualquier lugar del cuadrado en el que se erige. “En este caso, se puede circular alrededor y es muy complicado porque desde una zona no se debe ver la otra, la parte contraria”, precisa García. Por eso, los belenistas se afanan en realizar edificaciones que oculten la parte posterior a la escena que presentan, porque si no se cruzarían los pasajes.

Desde la Asociación consideran que con su desempeño ayudan a no perder una tradición que se remonta a Carlos III. Entre los dos belenes que montan, apenas separados por 500 metros, consiguieron que 42.000 personas los visitaran el año pasado. El récord está en 2019, con 56.000 curiosos. “Nosotros no estamos en contra de Papá Noel. Creemos que todas las tradiciones son compatibles. Es importante recibir las culturas de fuera, pero sin perder la nuestra, encima esta que es tan española”, concluye Herrero.



{getToc} $title={Tabla de Contenidos}

Publicar un comentario

Artículo Anterior Artículo Siguiente

Formulario de contacto