Las brochas son una herramienta imprescindible en cualquier neceser de belleza, sin embargo, no las tratamos como deberíamos. Estos son los trucos para que se mantengan en perfecto estado por más tiempo.
Mantener una higiene adecuada en las brochas de maquillaje es fundamental para tenerlos en perfecto estado, y además, para mantener nuestra piel sana y luminosa. El no hacerlo puede traer consecuencias sobre nuestra piel, como sufrir rojeces, irritaciones o la aparición del acné, y además, si no las lavamos tras cada uso, estos pueden acabar alterando el tono de la base o de cualquier producto que te apliques a la hora de maquillarte.
Estas herramientas son imprescindibles para maquilladores como Yael Maquieira, una 'makeup artist' se ha hecho conocida en redes sociales gracias a sus tutoriales sobre trucos de belleza y por ser la maquilladora oficial de muchas de 'influencers' como María Pombo, María Fernández Rubíes o Marta Carriedo.
Actualmente, existen multitud de tamaños y formas según el acabado que queramos o la zona donde la utilicemos y, al igual que es muy importante dar con la opción correcta, "los pinceles hay que limpiarlos cada vez que los usamos", tal y como lo aclara Yael.
Así es cómo se deben limpiar los pinceles y las brochas
"Los pinceles que usamos como base de maquillaje, como corrector, como colorete en crema, o para labios se deben limpiar cada vez que los usamos", comenta la experta, ya que, si no se hace, los restos que quedan en el pincel se van acumulando y a la vez oxidando, lo que puede ocasionar imperfecciones en la piel y alterar el color.
Aunque para su limpieza hay que aplicar agua, según Yael, "no es recomendable sumergirlos, porque a la larga se suele estropear el pegamento, la madera va cediendo, y se termina separando el pincel del propio mango". Lo adecuado es mezclar el poquito de agua con una pastilla de jabón. Ella recomienda el de coco, con el que conseguimos eliminar los restos de maquillaje y a la vez hidratamos los pelos del pincel.
Una vez lavados, recomienda "secarlos con una toalla al menos para quitarles la humedad, y siempre haciéndolo en la misma dirección. De esta forma no deformaremos el pelo de las brochas, y si queda algo de humedad, lo podemos dejar secar de manera horizontal para que la madera no se dañe si gotea el agua.
Siguiendo las recomendaciones de la maquilladora podremos mantener nuestros materiales en perfecto estado y no necesitaremos sustituirlos por unos nuevos.
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