Aunque influyen varios factores, los expertos recomiendan lavar las cortinas con cada cambio de estación.
Las cortinas cumplen varias funciones en nuestro hogar: regulan la entrada de luz, protegen nuestra intimidad, aíslan del frío o del calor y decoran las estancias. Sin embargo, también son un imán para el polvo, los ácaros, el humo, la grasa y las manchas que pueden deteriorar su color, su textura y su olor.
Además, unas cortinas sucias pueden ser perjudiciales para nuestra salud, ya que pueden provocar alergias, asma o irritación en los ojos o en la garganta. Por eso, es importante limpiarlas con regularidad y saber cómo hacerlo correctamente según el tipo de tejido y el grado de suciedad.
¿Cada cuánto tiempo hay que limpiar las cortinas?
No existe una respuesta única a esta pregunta, ya que depende de varios factores como el tipo de tejido, el color, la ubicación, el uso e incluso la estación del año. Sin embargo, como norma general, se recomienda limpiar las cortinas al menos tres veces al año, aproximadamente cada cuatro meses.
En invierno las cortinas se ensucian por el humo de la calefacción o de las chimeneas y, en verano, cuando las ventanas permanecen más tiempo abiertas, se introduce más contaminación ambiental en el hogar. Además, si las cortinas son blancas o de colores claros, la suciedad acumulada resalta más fácilmente y requieren una limpieza más frecuente.
No obstante, hay algunas señales que nos indican que nuestras cortinas necesitan una limpieza urgente:
- Si tienen manchas visibles de grasa, comida, bebida o cualquier otro líquido.
- Si desprenden un olor desagradable.
- Si han perdido su color original o se han amarilleado.
- Si al sacudirlas se levanta una nube de polvo.
¿Cómo limpiar las cortinas según el tipo de tejido?
A la hora de limpiar las cortinas, lo primero que debemos hacer es revisar la etiqueta para saber de qué material están hechas y qué tipo de lavado admiten. No es lo mismo lavar unas cortinas de algodón que unas de seda.
En general, podemos distinguir entre dos tipos de lavado: a máquina o a mano. El lavado a máquina es más práctico y rápido, pero solo se puede aplicar a las cortinas de tejidos resistentes como el algodón, el poliéster o el nailon. El lavado a mano es más delicado y laborioso, pero también necesario para las cortinas de tejidos finos como la seda o el lino.
Para lavar las cortinas a máquina se debe seleccionar un programa corto para prendas delicadas y utilizar agua fría junto a un detergente suave. Si son cortinas blancas confeccionadas con un textil resistente, se puede utilizar un poco de lejía. Es importante también seleccionar un centrifugado de baja intensidad, para poder quitar el exceso de agua sin dañar los tejidos. Es preferible secar las cortinas al aire, y que se estiren con su propio peso.
En el caso del lavado de cortinas a mano, estas se deben dejar en remojo siempre con agua fría como mínimo durante una hora. Esto debería haber reblandecido las manchas, y es el momento de frotarlas con cuidado para eliminar la suciedad más incrustada. Posteriormente, se deben aclarar con agua limpia hasta que observemos que no sale más jabón entre las fibras. Para quitar el exceso de agua, se pueden introducir en la lavadora con el programa de centrifugado más bajo.
Al igual que con las cortinas lavadas en la lavadora, es preferible tenderlas y que sequen de forma natural, estirándose por su propio peso, que también ayudará a que no se formen arrugas.
{getToc} $title={Tabla de Contenidos}