El uso de medicamentos naturales o fármacos debería ser nuestra última opción.
Las navidades son una de las fiestas más esperadas del año por millones de personas que disfrutan de las reuniones familiares, las cenas de empresa y las quedadas con los amigos. Sin embargo, algunas formas que tenemos de celebrar estas fechas incluyen el lanzamiento de petardos y otros productos pirotécnicos que convierten estos momentos de felicidad en un auténtico calvario para nuestros animales de compañía.
Nuestros perros y gatos tienen una capacidad auditiva muy superior a la nuestra, siendo capaces de percibir sonidos a los cuales nuestros oídos no alcanzan (por ejemplo el zumbido de una bombilla o el latido de un bebé dentro de la tripa de su madre).
Por este motivo, los petardos y los fuegos artificiales se convierten en sonidos realmente intensos para nuestros perros y gatos que pueden llegar a asustarlos y provocar que huyan, intentando esconderse (lo que en multitud de ocasiones se ha traducido en perros saltando por la ventana, o gatos estresadísimos bajo la cama).
Por suerte, hay muchas formas de ayudar a nuestros peludos a combatir ese miedo hacia los petardos y la pirotecnia, en general. Desde acostumbrarlos cuando son cachorros, hasta crearles un fuerte "anti-ruido" en casa, pasando por el uso de calmantes y relajantes.
¿Cuándo utilizar calmantes?
Nuria Gómez, experta veterinaria de Clinicanimal, la red de centros veterinarios de Tiendanimal, explica que "existen una gran variedad de suplementos calmantes para perros disponibles en el mercado".
"Antes de optar por fármacos tranquilizantes, podemos probar la eficacia de estos suplementos de origen natural", agrega. "No obstante, lo más recomendable es seguir los consejos de nuestro veterinario, que será quién mejor pueda determinar qué producto será más beneficioso para nuestro animal en caso de necesidad".
Existen, por un lado, los complementos naturales (nutracéuticos) "que pueden ayudar a nuestros animales en momentos de estrés" como por ejemplo el Anxitane, el Zylkene, el Multiva Calming o el Calmex (válido tanto para gatos, como para perros). "Todos ellos no necesitan receta al no tratarse de fármacos", comenta la veterinaria.
"En caso de que nuestro animal sufriese un estrés muy elevado y no fuese suficiente con el efecto de estos compuestos, podrían utilizarse fármacos como el Sileo, la Gabapentina o el Trazadona, pero en este caso si requerirán de una receta veterinaria", detalla Gómez.
Siempre debemos estar aconsejados por un profesional veterinario y seguir las pautas de administración que se indican
No obstante, a la hora de administrar cualquier fármaco o medicamento natural a nuestros compañeros de cuatro patas, conviene conocer los posibles efectos secundarios de los mismos. "Los nutracéuticos no tienen efectos adversos ya que solo tienen componentes naturales", explica Gómez.
"En el caso de los fármacos como los mencionados, raramente los tienen, aunque en algún caso podría haber algún episodio de vómitos o incontinencia urinaria, aunque no es común", agrega. "El principal efecto es el sedante".
Además, si nuestro perro o gato es de los que sufren un estrés muy elevado, la experta veterinaria recomienda intentar tranquilar al animal no dejándoles solos, haciendo ejercicio previo o preparándoles una zona de la casa donde puedan estar tranquilos y, como último recurso, utilizar medicamentos o fármacos. "Eso sí, siempre debemos estar aconsejados por un profesional veterinario y seguir las pautas de administración que se indican", concluye.
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