La UE ha dado este lunes un paso más hacia una regulación para evitar que recibamos compras por Internet en cajas semivacías, que campen a sus anchas las...
La UE ha dado este lunes un paso más hacia una regulación para evitar que recibamos compras por Internet en cajas semivacías, que campen a sus anchas las bolsas de plástico o que sea imposible encontrar lugares donde reciclar botellas de plástico o latas de bebidas. Los ministros europeos de Medio Ambiente han acordado la posición común para negociar con el Parlamento Europeo una norma que, ya a partir de 2030, empezará a reducir la presencia y el tamaño de envases de todo tipo, la presencia en ellos de materiales peligrosos y que obligará a fabricarlos para que, paulatinamente, todos puedan reciclarse o reutilizarse.
El Consejo de Medio Ambiente ha cerrado un acuerdo para uniformar en toda la UE las reglas sobre envases, componentes o tamaños, que por ejemplo en España ya han llevado a que los establecimientos puedan cobrar por las bolsas de plástico. No es así en todos los países y, para uniformar, la Comisión Europea planteaba en su propuesta inicial que se tomen medidas para reducir el consumo de bolsas de plástico ligeras, de modo que cada persona no consuma más de 40 al año a partir de 2025. Para ello, se faculta a los gobiernos europeos a tomar medidas, incluidas "restricciones a la comercialización", aunque se puede excluir de ellas las "bolsas de plástico muy ligeras, que sean necesarias por razones de higiene o se faciliten como envase de venta para los alimentos a granel para evitar el desperdicio de alimentos".
'Unboxing' más pequeño
Otro de los efectos que tendrá la futura regulación -que todavía tiene que negociarse con la Eurocámara- tiene que ver, por ejemplo, con las cajas u otro tipo de paquetes que envuelven artículos comprados o envases colectivos que contienen varios. En este caso, lo que quiere Bruselas es que "la ratio de espacio vacío no debe superar el 40%", teniendo en cuenta además que se considerará "espacio vacío" y que, por tanto habrá que reducir, todo el contenido que no sea el artículo adquirido sino elementos de relleno como "tiras de papel, almohadillas de aire, plásticos de burbujas, planchas de gomaespuma, rellenos de espuma, virutas de madera, poliestireno expandido o chips de poliestireno deberá considerarse espacio vacío".
Tampoco estarán permitidos los envases que superen el tamaño real del producto con el único objetivo de "aumentar la percepción del volumen del producto" con dobles paredes, falsos fondos o capas innecesarias.
Unificar normas
Los ministros europeos han cerrado un acuerdo sobre su posición legislativa que parecía difícil al principio de la reunión. "Está siendo una negociación complicada porque contamos con distintas herramientas en los Estados miembros", afirmaba la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, a la llegada al último Consejo de Medio Ambiente que preside, antes de que España dé el relevo de la Presidencia semestral de la UE a Bélgica, el 31 de diciembre.
"Venimos con la intención de conseguir un enfoque general sobre un reglamento importante de envases y empaquetados para reducir de forma notable la presencia de envases y microplásticos", añadía Ribera, sobre unos artículos que consumen el 40% de los plásticos y el 50% del papel que se emplea en la UE y representan alrededor del 36% de los residuos sólidos urbanos que se genera en los 27 países. Dentro de la disparidad que existe ahora entre lo que hacen los países de la UE en relación al tamaño, uso y reciclaje de los envases, Ribera apuntaba que el algunos la tendencia sigue siendo de "crecimiento constante" de envases y paquetes.
La futura regulación fijará una transición hacia la disminución en el uso de todo tipo de envases -ya sea para manufacturas, comercio minorista y distribución, oficinas, servicios u hogares-, la reducción en su composición de plomo, cadmio, mercurio y cromo y establece que, en el caso de los de plástico en 2030 empezarán a ser obligatorios unos niveles mínimos de reciclaje entre el 10 y el 35% según del tipo que se trate, que incrementará en 2040 a entre el 50 y el 65%.
Comida para llevar y bebidas
El reglamento también hace hincapié en la reutilización de envases y recipientes. Por ejemplo, en el caso de los que empleen los establecimientos para servir bebidas frías o calientes, a partir de 2030 el 20% deberán comercializarse en envases reutilizables y recargables y un 80% en 2040.
Cuando se trate de envases de comida para llevar, el porcentaje de materiales reutilizados será del 10% en 2030 y del 40% ... {getToc} $title={Tabla de Contenidos}