Hace meses que Alberto Núñez Feijóo comenzó a encajar sus alfiles en la nueva estructura de Génova. No se lo confió a nadie, ni siquiera "al cuello de su camisa". Pero, tras su investidura fallida, y asumido ya su rol de oposición, el nuevo organigrama comenzó a tomar forma. A finales de septiembre ya había decidido, por ejemplo, que suprimiría el área de coordinador general que ocupaba Elías Bendodo. O que la prometida remodelación sería más bien una "reorganización" para acabar con el "solapamiento" de funciones en la cúpula, un "error" al que muchos en el partido atribuyen las equivocaciones que se cometieron en campaña y que dejaron a Feijóo sin pisar la moqueta presidencial.
Pero no fue hasta el pasado fin de semana cuando comenzó a confirmar a los suyos los nuevos roles que ocuparían en Génova para afrontar una legislatura de tierra quemada. El líder del PP optó por la línea dura en el Congreso con el nombramiento de Miguel Tellado, pero no significa que vaya a ser el tono que predomine en el partido durante el segundo mandato de Pedro Sánchez. Tanto en la dirección nacional como en los segundos niveles del partido daban estos días por hecho que Feijóo reservará a Borja Sémper la portavocía nacional para ejercer de contrapeso a los mensajes correosos del portavoz parlamentario, que no destaca precisamente por la contención de sus mensajes. Fuentes cercanas al mandatario confirman que mantendrá esa función.
En realidad, el político vasco venía ejerciendo en los últimos meses de una especie de portavoz interino en Génova. Fue la voz del partido a título oficial durante la campaña de las autonómicas, municipales y generales. Y su nombre entró también en las quinielas para asumir la portavocía en el Congreso. Pero el líder popular optó finalmente por una línea dura en el Congreso con la que pretende, además, arrinconar a Vox. "No es que vayamos a hacer una oposición dura. Es que la situación lo merece", inciden en el entorno del nuevo portavoz parlamentario. Tellado era desde el principio un "valor seguro" para Feijóo. Un lugarteniente fiel que tejerá para él una red de seguridad en el Grupo Popular para protegerse ante posibles turbulencias internas.
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Ana Belén Ramos
Pero el plan del PP pasa, a priori, por separar el "ruido" del Congreso de la "serenidad" fuera de él. Una oposición en la que haya "un yin y un yang", un discurso "transversal" en el que "se sientan reflejados todos los españoles, no solo una parte de ellos", como enunció el propio líder del PP el pasado lunes. De cumplirse esa hoja de ruta, Borja Sémper, uno de los perfiles más moderados del partido, pasaría a ocupar la portavocía nacional del partido para representar la "política serena", mientras Miguel Tellado eleva los decibelios frente a Patxi López en el Congreso. Pero esas diferencias discursivas anticipan también incongruencias y posibles tensiones internas.
"El ruido excesivo no gusta al votante del PP", inciden fuentes con asiento en el comité de dirección de Feijóo. "Va a haber dos tipos de política: una, la del ruido en el Congreso, y, otra, la de la política serena que debe florecer fuera de él", añaden.
Fin a la tricefalia y nuevos perfiles
En líneas generales, el partido respira aliviado ante el fin de la tricefalia en los principales puestos de mando. "Feijóo ha ordenado la casa", apuntan en una baronía. El cierre de filas con Cuca Gamarra al frente de la secretaría general es total, aunque en los territorios sí había cierta inquietud con que Miguel Tellado acumulase puestos orgánicos, por el "excesivo" poder del "clan gallego". Celebran, no obstante, el nombramiento de Elías Bendodo como vicesecretario territorial por la "buena mano" con los presidentes autonómicos y provinciales en comparación con el "marcaje" de Tellado.
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Ana Belén Ramos
El dirigente gallego hará ahora las veces de killer en el Congreso, aunque tendrá que tirar también de pragmatismo para "negociar con habilidad" y buscar fisuras en el bloque de investidura que tensen la legislatura de Sánchez. Deja al frente de la Vicesecretaría de Organización a Carmen Fúnez, una dirigente que trabajaba ya al servicio de Tellado en la fontanería del partido antes de que Feijóo la ascendiese al área de Políticas Sociales. Antes de su marcha a la dirección del partido en la Cámara Baja, el dirigente gallego ha resuelto la mayoría de congresos regionales pendientes. Pero Fúnez deberá solucionar uno de los más tensos, el del PP de Cataluña, que sigue pendiente de resolución.
Feijóo ha ido resolviendo las piezas del puzle. Llena Génova de cuota Ayuso con dos nuevas incorporaciones —Paloma Martín como vicesecretaria de Desarrollo Sostenible y Noelia Núñez como responsable de Movilización y Reto Digital—. Incluye, además, a Ester Muñoz como vicesecretaria de Sanidad y Educación y a Ana Alós en el área de Igualdad y Conciliación. Estas cuatro incorporaciones completarán un comité de dirección de 16 personas (10 mujeres y seis hombres) en el que el presidente del PP reemplaza a los vicesecretarios que han asumido responsabilidades en los órganos de gobierno en Congreso y Senado, en concreto Carmen Navarro y Pedro Rollán.