
Este hotel de 4 estrellas destaca por su fachada de estilo neoclásico y su restaurante de cocida tradicional andaluza.
La preciosa villa de Arcos de la Frontera no solo es una de las más bonitas de Cádiz (incluso se podría decir que de toda España), sino que es la puerta de entrada perfecta para descubrir el resto de pueblos blancos la provincia gaditana. Las huellas de civilizaciones antiguas, desde pobladores prehistóricos hasta romanos, están visibles en el yacimiento de la Sierra de Aznar, pero fueron los musulmanes quienes dejaron la mayor impronta en la localidad.
Su casco antiguo, declarado Conjunto Histórico, nos descubre una maravilla tras otra en su laberinto de calles. Son imprescindibles las visitas al castillo de los Duques, la Puerta de Matrera, la basílica de Santa María y la iglesia de San Pedro. Y si buscamos un alojamiento al nivel del pueblo, una buena opción es su Parador
El Parador de Arcos de la Frontera
El Parador de Arcos de la Frontera se asoma al borde de un acantilado que deja a sus pies el cauce del río Guadalete. Desde esta ubicación, tendremos unas vistas privilegiadas de kilómetros y kilómetros de campos de cultivo con un reguero de suaves montañas cubiertas de vegetación como telón de fondo.
Mirando hacia un lado, podremos contemplar como continúa el pueblo al filo del precipicio, con sus casitas blancas desafiando la gravedad. Hacia el interior de la villa, el Parador colinda con la Plaza del Cabildo y el Convento de las Mercedarias, fundado en 1642.
Estilo clásico y gastronomía local
Este hotel de cuatro estrellas se levantó poco después de que Arcos de la Frontera fuese declarado Conjunto Monumental de Interés Histórico-Artístico en 1962. Ya desde fuera sorprende con su diseño que se funde con la arquitectura local. La fachada de tres plantas destaca por su composición neoclásica y nos da paso a un pequeño zaguán.
Ya en el interior, nos espera su tradicional patio andaluz, lleno de color, plantas, columnas, azulejos y una tranquila terraza donde sentarse a tomar algo. En cuanto a las habitaciones, presentan un estilo clásico, con mobiliario y decoraciones tradicionales. Además, no hay que olvidar su restaurante de cocina regional andaluza, con platos como el potaje de acelgas, los ajos molineros, las berenjenas a la miel, el cabrito asado, el rabo de toro y las delicias de cielo con helado.
Cómo llegar a Arcos de la Frontera
El trayecto en coche desde la ciudad de Cádiz hasta Arcos de la Frontera es de aproximadamente 40 minutos por la A-382 y la E-5.