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El pasado mes, el Ayuntamiento de la localidad almeriense de Tabernas lamentaba la cancelación del rodaje de dos películas coincidiendo con el anuncio del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de poner aranceles del 100% a los largometrajes rodados fuera del país.
Lo cierto es que las dos películas canceladas, de origen norteamericano, tenían previamente algunos problemas financieros para llevar a cabo el rodaje, a los que se sumó el anuncio del mandatario de la Casa Blanca y la incertidumbre sobre el futuro del sector.
Esta cancelación ha supuesto un duro golpe para una localidad que ha hecho de la industria del cine, y del turismo asociado a este sector, un pilar de su economía local desde que en los años 70 se hiciera famosa por acoger los denominados “spaghetti westerns” y que, desde entonces, ha sido anfitriona todo tipo de rodajes por sus espectaculares parajes naturales, que incluyen el Desierto de Tabernas y el Cabo de Gata.
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Christian Bale en el rodaje de 'Exodus' de Ridley Scott en Almería. (Fox) Paralelamente a esta mala noticias, en Canarias se sucedían este pasado mes los titulares sobre la grabación de dos películas que tienen precisamente como fondo el clásico salvaje oeste. La primera de ellas es Trinidad, una película con dos actrices internacionales como Paz Vega y Karla Sofía Gascón (candidata a los Oscars por Emilia Pérez). Este largometraje, de los directores sevillanos José Ortuño y Laura Alvea, se rueda en Sioux City, el parque temático de los westerns en Gran Canaria.
La segunda de las cintas se titula Por un puñado de frases, protagonizado por el ya veterano Jorge Sanz y dirigido por Alejandro Millán, que se está grabando en la misma isla. El crecimiento de Canarias como destino de rodajes en los últimos años ha venido potenciada por los incentivos fiscales que cuentan allí las productoras, muy superior a lo permitido en el resto de España, y que están justificadas en el factor de insularidad.
Solo en este primer semestre del año, Canarias ha servido como escenario para 30 rodajes, entre series y largometrajes tanto naciones como internacionales. La isla de Gran Canaria ha acogido 16 producciones y tiene confirmados otros siete rodajes hasta final de año, mientras que en Tenerife ya se han rodado nueve series de ficción y cinco largometrajes.
Sin embargo, esas ayudas públicas alteran el libre mercado de rodajes, perjudicando a otros territorios. Los westerns de Almería no son el único caso. El pasado año se generó una polémica en Baleares porque la película Disco, Ibiza, Locomía no se rodó en esta famosa capital del Mediterráneo sino en la isla canaria de Tenerife.
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Imagen de Blanca Suárez en la película 'Disco, Ibiza, Locomía'. Además de Canarias, los otros territorios en los que se han disparado desde hace unos años los rodajes son Navarra y País Vasco, donde sus tres diputaciones forales también aplican incentivos que están prohibidos en el resto de España.
Así, mientras en todo el país estos incentivos no pueden exceder del 30%, en País Vasco y Navarra han comenzado a aplicar ayudas que permiten a las producciones desgravarse hasta un 70% de lo invertido.
La situación ha distorsionado el mercado y ha provocado la queja del resto de comunidades. En Andalucía, los rodajes han caído en los últimos tres años, pasando de dejar unos 180 millones de euros a 120 en el año 2024, según la memoria de la Andalucía Film Comission. Esta entidad y la Junta de Andalucía criticaron hace unos meses la actual situación. Incluso el propio consejero de Presidencia del Gobierno andaluz, Antonio Sanz, anunció que estudiaba denunciar ante la Comisión Europea el "dumping fiscal" en el sector audiovisual español.

Andalucía denunciará el “dumping fiscal” de los rodajes en País Vasco y Navarra
José Luis Losa
Seis meses después, la Administración andaluza ha cambiado parcialmente de estrategia. Según han confirmado a El Confidencial fuentes de la Consejería, la Junta ha mantenido contactos con el resto de comunidades autónomas afectadas y están definiendo una postura común.
La idea es variar esa amenaza de denunciar ante la UE las ayudas públicas de País Vasco, Navarra o Canarias para que bajen sus ayudas. Se trata ahora de pedir que todas las regiones puedan elevar sus incentivos fiscales hasta ese mismo techo.
El director de la Andalucía Film Commission, Carlos Rosado, entiende que la Junta no se quiera meter en una batalla entre comunidades que además afecte a nivel europeo, pero insiste en que “hay que estudiar en profundidad la situación porque no entendemos la justificación para que regiones como el País Vasco puedan tener esas ayudas públicas y el resto no, lo que supone alterar el mercado y la libre competencia”.
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