
Distintos ejecutivos del principal selectivo español coinciden en la necesidad de establecer un marco estable de inversión y reforzar la colaboración público-privada ante un contexto de finanzas públicas tensionadas.
Las grandes constructoras y compañías energéticas del Ibex 35 alzan la voz para reclamar al Gobierno de Pedro Sánchez un compromiso firme con la inversión en infraestructuras estratégicas. Cuando se empieza a avistar el final de los fondos europeos Next Generation que han sostenido el ritmo inversor en el sector los últimos años, la industria aboga por un marco estable de inversión y llama a la colaboración público-privada para ahuyentar el riesgo de perder competitividad frente al resto de la UE.
El pasado jueves, en pleno seísmo institucional desatado por el informe de la UCO y la dimisión de Santos Cerdán, era el máximo ejecutivo de Sacyr, Manuel Manrique, quien aprovechaba su junta general de accionistas para lanzar un órdago a la Moncloa. "Hago un llamamiento general a los gobiernos, central y autonómicos para seguir invirtiendo en infraestructuras, su conservación y mantenimiento, porque es de vital importancia para el interés público" defendía antes de instar a las autoridades a "seguir el ejemplo de otros países europeos como Italia, Reino Unido o Alemania" en alusión a iniciativas como el fondo germano de más de 500.000 millones en defensa e infraestructura que ha aprobado el Bundestag.
Su discurso rescata el mensaje que Seopan -la patronal donde se cobija junto a ACS, Ferrovial, Acciona, OHLA y FCC, entre otras- viene lanzando en los últimos meses para reclamar el despliegue de más de 300.000 millones de inversión en infraestructuras de transporte y otros áreas prioritarios como el agua, la energía, el medioambiente o el equipamiento público en España. Sin embargo, esta agenda choca de frente con la realidad de unas finanzas públicas tensionadas, con una deuda que ya asciende al 103,5% del PIB y un compromiso ineludible de elevar el gasto en defensa hasta el 5% para cumplir con la OTAN.
El auge de inversión militar, no obstante, también emerge como una oportunidad para las constructoras que, naturalmente, tratan de tomar posición en el ostentoso plan de rearme orquestado desde Bruselas. Desde la misma asociación ven en el gasto extraordinario en defensa una oportunidad para impulsar la red de infraestructuras estratégicas transfronterizas, la red de corredores prioritarios o las conexiones ferroportuarias. "Es una oportunidad para las infraestructuras y no debemos dejarla de lado" alertaba el pasado marzo su presidente, Julián Núñez.
Las energéticas reclaman inversión en redes
La necesidad de imprimir velocidad a la inversión en infraestructuras también se extiende entre las grandes energéticas del Ibex, que observan con preocupación el rezago de España frente a otros países de su entorno. Dos semanas atrás, era Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola, quien reiteraba la necesidad de reforzar la inversión en redes, utilizando como ejemplo a otros de sus grandes mercados. "En Estados Unidos se han incrementado las inversiones un 50% y Reino Unido se han multiplicado por cuatro".
Pero el mensaje del presidente de la mayor eléctrica de España pone el acento en la necesidad de contar con un marco regulatorio claro, estable y predecible, que permita a las compañías planificar a largo plazo y acceder a capital en los mercados financieros: "Somos los agentes que desarrollamos las políticas que hacen los gobiernos, pero para eso hacen falta marcos regulatorios dotados de seguridad jurídica" esgrimía bajo el respaldo de que las inversiones en infraestructuras energéticas tienen horizontes de maduración de entre 40 y 60 años.
Esta petición, precisamente, se comparte desde Endesa, cuyo consejero delegado, José Bogas, también expresaba su preocupación sobre este déficit de inversión en la red eléctrica española días después de producirse el apagón que afectó a la península ibérica el pasado 28 de abril: "Necesitamos una red robusta y resiliente, lo que requiere i...