
La manera en la que se presenta esta patología en el sexo femenino conlleva a un pronóstico tardío.
Roncamos, nos despertamos cansadas, estamos desconcentradas durante el día..., pero rara vez pensamos que podría tratarse de una patología. De hecho, en muchas ocasiones podemos asociarlo con el estrés laboral o asuntos externos concretos. Hablamos de una enfermedad que durante mucho tiempo se ha podido considerar como un problema "de hombres", pero lo cierto es que también afecta al sexo femenino, y con frecuencia, pasa desapercibida o se diagnostica tarde. Esto se debe, en parte a que los signos se presentan de manera distinta en nosotras, y son menos evidentes, así lo ha confirmado una especialista española.
Muchas mujeres pueden vivir durante años sufriendo apnea del sueño sin saberlo, atribuyendo el cansancio constante al estrés, la maternidad, los cambios hormonales... Sin embargo, pueden estar sufriendo una enfermedad que tiene tratamiento e incluso se puede prevenir. La Dra. Inés Galofré Bofill, especialista en Medicina del Sueño en la Unitat de Son de la Clínica Girona, miembro de Top Doctors Group, cuenta a Mujer.es, cómo se manifiesta la apnea del sueño en las mujeres así como las maneras de tratar esta patología.
¿Cómo saber si se sufre de apnea del sueño?
La apnea del sueño es un trastorno del sueño potencialmente grave en el que la respiración se detiene y vuelve a comenzar repetidas veces, así lo confirman desde la Clínica Mayo. Tal y como expresa la Inés, en las mujeres, la apnea obstructiva del sueño (AOS) puede manifestarse con "síntomas más leves y menos característicos que en los hombres", lo que puede contribuir a un infradiagnóstico o diagnóstico más tardío. Mientras que en los varones predominan los ronquidos intensos, pausas respiratorias observadas por la pareja y somnolencia diurna severa, las mujeres tienden a presentar síntomas menos específicos como:
- Fatiga o falta de energía (más que somnolencia franca).
- Sueño poco reparador y/o fragmentado por despertares frecuentes.
- Dolores de cabeza matutinos.
- Ansiedad, irritabilidad o síntomas depresivos.
- Pesadillas, despertares con sensación de asfixia o palpitaciones.
Además, la prevalencia aumenta en la menopausia, una etapa en la que también predomina el insomnio debido a los sofocos y a los sudores nocturnos, pero no se debe confundir con apnea del sueño. Esto sugiere un papel protector de las hormonas sexuales femeninas en la regulación del tono muscular de la vía aérea superior. Esta presentación atípica hace que muchas veces se confunda con trastornos del estado de ánimo o insomnio primario.
¿Cuáles son los factores de riesgo para la apnea del sueño?
Para poder pensar en un tratamiento o en maneras de prevenir la apnea del sueño es esencial conocer los factores que pueden aumentar el riesgo de padecerla. Muchos de ellos residen en los malos hábitos que muchas implementamos en nuestro día a día casi sin darnos cuenta. Inés Galofré ha enumerado los principales que van desde enfermedades como la diabetes hasta el tabaquismo o el consumo de alcohol:
- Obesidad: especialmente la distribución central de grasa, que compromete la vía aérea.
- Edad: aumenta con la edad, especialmente tras la menopausia.
- Anatomía: cuello corto o ancho, macroglosia, retrognatia, hipertrofia amigdalar.
- Consumo de alcohol o sedantes: relajan la musculatura faríngea.
- Tabaquismo: favorece inflamación y colapso de la vía aérea.
- Hipotiroidismo: reduce el tono muscular de la vía aérea y favorece la retención de líquidos.
- Diabetes tipo 2 y resistencia a la insulina.
- Síndrome de ovario poliquístico (SOP), relacionado con obesidad, resistencia a la insulina y alteraciones hormonales.
- Hipertensión arterial y enfermedad cardiovascular: pueden ser causa y consecuencia de la AOS.
¿Cuál es el tratamiento para la apnea del sueño?
El tratamiento dependerá de la severidad según asegura la doctora. En un SAHS (Síndrome de apnea-hipopnea durante el sueño) moderada-grave se recomienda el uso de CPAP (presión positiva continua en la vía aérea), que mantiene la vía aérea abierta durante el sueño. "En mujeres, los dispositivos deben ajustarse con sensibilidad a sus características fisiológicas, como menor presión media requerida en algunos casos", apunta. Para casos leves se recomiendan medidas higiénico-dietéticas y de estilo de vida. Concretamente, la ... {getToc} $title={Tabla de Contenidos}