
Según un informe de Educo, un 28% se siente mejor cuando le dejan tranquilo, pero le apoyan si lo necesita.
Uno de cada tres menores -el 37,5%- afirma haber sido objeto de comentarios de personas adultas que les resultaron incómodos o molestos. Entre las situaciones más frecuentes se mencionan frases como "cosas de niños", ridiculizaciones, críticas en público y observaciones percibidas como injustas. Así se desprende de un estudio realizado con la ONG Educo con 500 niños, niñas y adolescentes de toda España de entre 11 y 17 años para conocer su opinión sobre sus entornos educativos y el comportamiento que perciben de los adultos hacia ellos. El porcentaje se eleva al 80% si se suman los encuestados que aseguran escuchar este tipo de comentarios hacia sus pares o que a veces sienten que los adultos les "pican" aunque ellos y ellas se lo tomen a broma.
El informe ha sido presentado este viernes en Madrid por la responsable de Movilización Social de Educo, Míriam Torán, que ha denunciado que "el maltrato físico o el abuso hacia la infancia son acciones evidentes de violencia, pero hay otros comportamientos como ridiculizar o hacer callar de forma humillante que están normalizados en la sociedad y afectan directamente al bienestar de niños y niñas y que también deberían considerarse violentos".
A la pregunta de si alguna vez las personas adultas han hablado sobre ti y no te ha gustado, el 21,76% respondió que "a veces me 'pican' hablando de mí, pero lo tomo como una broma"; el 16,77% afirmó que "a veces el profesorado me critica o ridiculiza delante de otras personas"; y otro 10,98% aseguró que es su familia quien crea estas situaciones incómodas en público. Además, el 20,76% dijo no haberlas sufrido en primera persona, pero sí haber "escuchado comentarios injustos sobre otros chicos y chicas" que no les han gustado. Por otra parte, un 19,76% aseguró que nunca le había pasado.
Torán, que ha supervisado la realización del informe, agrega a 20minutos que estas situaciones incómodas también deberían ser consideradas una forma de violencia porque "ellos valoran la violencia como aquellas acciones que les hacen sufrir. Cuando hacemos este tipo de comentarios, se sienten dolidos, se sienten tristes, y realmente se mina su autoestima. Por eso decimos que es un tipo de violencia que debemos trabajar, pero cuesta mucho más reconocerla, y ese es el problema".
Para la psicóloga infantil, Silvia Álava, que no ha participado en el estudio, estos resultados son "razonables" porque en las consultas "gran parte del trabajo se realiza con los padres". La especialista destaca que a los adultos "muchas veces se nos olvida empatizar con los niños, que hablamos con personitas con un cerebro en formación que no puede hacer lo mismo que un adulto. Nos falta bastante conocimiento sobre el desarrollo cognitivo y sobre el cerebro de los niños. No siempre somos capaces de ajustar lo que les podemos pedir. Hay que empatizar y escucharles cuando nos cuentan sus problemas, que para ellos son muy importantes, pero les banalizamos diciendo que son 'tonterías' o 'cosas de niños'. Muchas veces no viene de una maldad por parte del adulto, sino por esa falta de empatía, cuyo origen puede ser desconocer el desarrollo evolutivo y cognitivo de los niños".
Para empatizar con las emociones que expresan los menores, la psicóloga recomienda a los adultos "validar" las emociones con frases tipo 'entiendo que sientas frustración...' o 'entiendo que estés preocupado...' "Que el propio adulto le mencione la emoción que cree que está sintiendo el pequeño para conectar emocionalmente con ellos".
Otro dato que subrayan los autores del estudio es que tres de cada cuatro menores manifiestan que nunca han oído hablar de los derechos de la infancia, no los conocen muy bien o, aunque los han tratado en el colegio, no se acuerdan. Este resultado es "muy relevante" y "alarmante" para Torán, que apunta que "el buen trato es una cuestión de derechos". En este sentido, abunda en que "si no conocen sus derechos, no podrán ni ejercerlos ni reconocer cuándo se están vulnerando". Desde Educo consideran "urgente" que la educación en derechos "no se quede en un tema puntual en el aula, sino que forme parte de una cultura de respeto y buen trato en todos los espacios donde crecen".
Por otro lado, un 28% de los encuestados dijo que cuando mejor se siente es "cuando le dejan tranquilo, pero le apoyan cuando lo necesita". Los jóvenes demandan menos fiscalización y mayor confianza en ellos mismos, así como que se les tenga en cuenta en los centros educativos para la toma de decisiones que les afectan. Según el informe, el 51,5% dijo que "solo para algunos temas tienen en cuenta nuestras propuestas en el colegio o instituto", y un 33% cree que "parece que escuchan, pero luego no tienen en cuenta las ideas del alumnado".
En este sentido, Si...