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Más de 150 niños de infantil y primaria acuden cada mañana hasta el centro sociocultural Retamar (Los Llanos de Aridane, Tenerife). A cuatro kilómetros de allí está el que fue su colegio habitual, el CEIP La Laguna, hasta que la lava y las cenizas del volcán de Cumbre Vieja devoraron parte del terreno. De aquel complejo educativo, quedó en pie únicamente una pista de deporte y un módulo de clases. Cuatro años después, todo sigue igual. A unos siete kilómetros del CEIP La Laguna, en Puerto Naos, los estudiantes del colegio María Milagros Acosta esperan también la reapertura de su colegio. La Consejería de Educación anunció la semana pasada que para el próximo curso los alumnos podrían regresar a las aulas. Sin embargo, los profesores muestran sus dudas. “Las condiciones ahora mismo no son buenas”, señalan desde el sindicato Anpe y apuntan a que “las administraciones no se han puesto de acuerdo en la parte económica”.
La rehabilitación de estos centros depende de la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias. Sin embargo, el departamento nunca vio la necesidad de licitar la reconstrucción por la vía de emergencia. “No lo veían porque no vivían aquí”, critica Nohely Fernández, portavoz del Ampa CEIP La Laguna, quien lamenta que, en cambio, sí salieron otras infraestructuras por la vía de emergencia.
En febrero de 2024 los padres de este colegio decidieron unir fuerzas y recopilaron más de 7.000 firmas. Solo así consiguieron que se licitara entonces y por la vía ordinaria la redacción del proyecto para la rehabilitación. “La burocracia es el principal problema y lo que ha provocado tanta lentitud. Eso y que hay que tener voluntad”, expresa a este medio Fátima Ramos, miembro de la Plataforma de Afectados del Volcán Cumbre Vieja 2021.
Al final, tras meses de presión, el Gobierno de las islas cedió la competencia al Cabildo de La Palma, que será el que finalmente gestione la licitación, aunque contará con fondos de la Consejería que suman casi cinco millones de euros. “El problema es que ahora han pasado cuatro años y es más complicado que nos den las obras a través de emergencia”, señala Fernández y puntualiza que “aún no saben ni cuándo comenzarán ni lo que se alargarán”. “Los colegios se han tratado todo este tiempo como un tema tabú”, apunta la portavoz. Desde el sindicato Insucan son más duros con la gestión educativa del Gobierno insular y critican que se usen los centros concertados como parche para no invertir en los públicos: "No se han podido establecer las necesidades reales. Y como resultado, centros como el CEIP La Laguna siguen sin ser una realidad concreta".
En La Palma, el volcán se apagó, pero el fuego sigue: "Hay que sacarlos de los contenedores"
Antonio Villarreal. La PalmaLa lucha de los padres ha hecho posible un avance en la escuela, pero la falta de una fecha concreta les impide ser optimistas. "Un centro sociocultural no es un lugar adecuado para que los niños pasen allí tantas horas", lamenta Nohely Fernández. Uno de los principales inconvenientes a los que se enfrentan estos niños desplazados de su lugar habitual es la dificultad para realizar extraescolares por las tardes. “Hay padres que no pueden recoger a sus hijos más tarde, muchos perdieron sus coches y los más pequeños no pueden ir solos en el autobús”, señala Fernández.
La semana pasada, la Consejería de Educación anunció que para el próximo curso reabrirá el colegio María Milagros Acosta. Los gases derivados de la actividad volcánica han sido el motivo principal por el que se ha alargado tanto la reapertura. "Lo que nos cuentan es que de momento solo se han colocado unos medidores del gas, pero nada más", subraya la Anpe, y matiza que son “problemas económicos y falta de acuerdo entre el Cabildo y el Ayuntamiento". Entre otras labores, aún hay tareas pendientes como la ventilación forzada, los desagües para gases o la pintura para atrapar estas sustancias. "La cosa está en el aire", puntualizan desde el sindicato.
Tanto el CEIP Todoque como el de Campitos -otros dos centros afectados por el volcán de 2021- tienen un futuro menos esperanzador. El problema no es tanto que no se hayan rehabilitado los colegios, como que ya no hay prácticamente niños en la zona. “Estos centros se recuperarán cuando haya población en Todoque y para eso aún falta mucho”, incide Fátima Ramos. La vecina explica que muchas familias se tuvieron que ir del municipio porque sus casas quedaron arrasadas. “Ahora, con el encarecimiento de la vivienda y la especulación que hay en la isla, parece más complicado que nunca que las familias vayan a regresar”, señala Ramos. Es también un problema que se podría extender cuando reabra la escuela María Milagros Acosta. "A este centro van familias de Puerto Naos, El Remo y La Bombilla que ahora residen en Los Llanos. Sin la opción de un autobús hay muchos que no van a poder ir", señala la Anpe.