El escándalo Watergate trajo consigo una revelación sorprendente acerca del fallecido actor.
¿Qué ideas políticas tenía Gene Hackman? Como tantas cosas sobre el actor, fallecido a los 95 años junto a su esposa Betsy Arakawa, eso no es fácil de asegurar. De lo poco que podemos decir al respecto es que, aunque Hackman confesaba votar a los demócratas, señaló en alguna ocasión que Ronald Reagan le caía bien.
Sin embargo, decir qué pensaban los políticos sobre Gene Hackman es más fácil. O un político en concreto: hablamos de Richard Nixon, ese presidente de EE UU que dimitió (forzosamente) en 1974 a resultas del caso Watergate, y que pasó a su manera a la historia del cine gracias a Todos los hombres del presidente.
En el punto de mira
Las investigaciones sobre el caso Watergate no solo desvelaron que Nixon había empleado escuchas ilegales para espiar a sus rivales políticos. El abogado John Dean, uno de los implicados en el escándalo, reveló ante el comité del Senado estadounidense que el presidente y su asesor Charles Colson habían recopilado una lista de enemigos a quienes el mandatario veía como una amenaza.
'Dick el Tramposo' (como se apodaba a Nixon) nunca se andaba con chiquitas en lo que a paranoia se refería. De ahí que la lista en cuestión (dividida en dos partes) abarcase casi un millar de nombres, incluyendo políticos, organizaciones de izquierdas y antisistema, líderes sindicales, periodistas, escritores, académicos... y estrellas de Hollywood.
Este último apartado, uno de los más breves de la lista negra, era un florilegio de personalidades conocidas por sus ideas izquierdistas. Así, en ella figuraban Paul Newman, Steve McQueen, un Bill Cosby aún no salpicado por el escándalo, Gregory Peck, Barbra Streisand... y ese Gene Hackman que, comparado con los demás, era un corderito (políticamente hablando, al menos).
¿Por qué figuraba Hackman en la lista de enemigos de Richard Nixon? Seguramente, porque el actor había participado en la campaña electoral del demócrata George McGovern, derrotado de forma aplastante por Nixon en las elecciones de 1972. Aunque esto tampoco puede asegurarse a ciencia cierta.
Según los testimonios sobre el Watergate, el propósito de Nixon al reunir su lista negra era hundirles la vida a sus supuestos rivales mediante el acoso fiscal, entre otros trucos sucios. Sin embargo, la cosa quedó en agua de borrajas tras la dimisión del presidente. Y, además, Hackman acabó riendo el último.
Porque en abril de 1974, cuatro meses antes de que Nixon saliese por piernas de la Casa Blanca, Gene Hackman estrenó La conversación, memorable thriller de Francis Ford Coppola donde interpretaba a un espía arrastrado a los abismos de la paranoia debido a su obsesión por la intimidad ajena. Una historia cuyas similitudes con el caso Watergate pasmaron al mismo director.
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