Así fue Fray Tormenta, el sacerdote que se convirtió en luchador para financiar un orfanato


         Así fue Fray Tormenta, el sacerdote que se convirtió en luchador para financiar un orfanato

Sergio Gutiérrez Benítez estuvo peleando más de 23 años para poder ayudar a los niños de la calle.

La lucha de un religioso por los más desfavorecidos tomó un sentido literal en el caso de Sergio Gutiérrez Benítez. Conocido como Fray Tormenta, el sacerdote dejó de repartir hostias en la misa para enfrentarse a todo tipo de deportistas en un cuadrilátero. Y todo ello por una buena causa, ayudar a financiar un orfanato.

Sergio nació en México en 1945, siendo el más pequeño de 18 hermanos. Su vida, desde un comienzo, estuvo marcada por los problemas y la escasez. A los 11 años comenzó a consumir droga y, debido a su adicción, se vio obligado a comer robos para poder pagar sus consumiciones. Sin embargo, todo acabó cuando a los 20, cuando decidió buscar ayuda en la religión.

En un primer momento, no le dejaron formar parte de la Orden de los Escolapios debido a su historial delictivo, pero finalmente acabó ingresando en el seminario. Gracias a ello pudo viajar tanto a España como Italia, donde se formó como sacerdote. Así, finalmente regresó a México para formar parte de la Diócesis de Texcoco.

Fue entonces cuando descubrió el problema que rodeaba al lugar: la situación de calle de los niños huérfanos y desamparados. Apenas había recursos para poder construir un orfanato y no encontraban una solución, o al menos, no hasta que se decidió por la lucha libre.

Con una máscara para ocultar su identidad y bajo el nombre de Fray Tormenta, Gutiérrez comenzó a luchar para recaudar dinero. El sacerdote tenía experiencia y resistencia en la lucha gracias a sus pelas callejeras, por lo que pudo llegar a ser un gran luchador.

Todo comenzó en 1977 y estuvo luchando durante 23 años, hasta el año 2000. Durante sus años como luchador, su identidad estuvo oculta la mayor parte del tiempo, hasta que en la boda de un colega cercano decidiera dar a conocer. Poco después conseguiría inaugurar su orfanato.

Así, desde que abriera sus puertas, por ellas han pasado más de 2.000 niños y muchos de ellos acabaron teniendo una vida exitosa y se han convertido en benefactores, siendo ellos también luchadores profesionales.

Tal ha sido la importancia de Fray Tormenta que incluso llegó a inspirar la película Nacho Libre. Aunque en esta se tomaron ciertas libertades creativas.

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