:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F18d%2F0f3%2F29a%2F18d0f329a576f62fa3a671574eb078c8.jpg)
En la provincia de Albacete se esconde un destino con un encanto difícil de igualar. Alcalá del Júcar es un pequeño pueblo con un casco antiguo declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1982, pero que sigue siendo un gran desconocido para muchos viajeros. Su ubicación, encajada entre los meandros del río Júcar y protegida por un castillo árabe del siglo XII, lo convierte en un auténtico tesoro por descubrir.
El acceso a este enclave manchego se hace atravesando su icónico Puente Romano, que da paso a un entramado de calles estrechas y casas encaladas que trepan por la ladera.
Su trazado medieval invita a un recorrido ascendente hasta la cima, donde la torre del castillo ofrece una vista panorámica espectacular de la zona. Un lugar ideal para los amantes de la fotografía y los atardeceres inolvidables.
Uno de los aspectos más singulares del pueblo son sus cuevas excavadas en la roca, utilizadas durante siglos como refugio y que hoy en día albergan desde bares hasta museos. Entre las más visitadas están las Cuevas del Diablo, un laberinto subterráneo con pasadizos que conectan diferentes salas decoradas con objetos históricos.
Monumentos de todo tipo
La iglesia de San Andrés, con su mezcla de estilos gótico y neoclásico, es otro de los monumentos que destacan en el recorrido por el casco histórico. Su esbelta torre se alza sobre los tejados, marcando el horizonte de la villa y ofreciendo una imagen icónica del pueblo desde cualquier perspectiva.
La oferta gastronómica de Alcalá del Júcar es otro de sus grandes atractivos. Los restaurantes del pueblo destacan por su apuesta por la cocina manchega, con platos como el ajo mataero, las atascaburras o las carnes a la brasa. Además, hay opciones de cocina de autor para quienes buscan una experiencia más innovadora.
A pesar de su belleza y de la calidad de su oferta turística, Alcalá del Júcar sigue siendo un destino poco masificado, lo que permite disfrutar de su encanto sin aglomeraciones. Para quienes buscan una escapada auténtica en un entorno natural privilegiado, este rincón de La Manchuela es una apuesta segura.
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