El Kremlin ha reconocido, no obstante, que los avances de la OTAN hacia Rusia son "un motivo de preocupación".
El deterioro de la relación entre Estados Unidos y Ucrania es una realidad y así lo evidencian las declaraciones que ha realizado Donald Trump en los últimos días. Tras tildar de "dictador" al presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, el mandatario estadounidense ha afirmado este viernes que no cree que sea "importante" que el ucraniano esté presente en las reuniones para poner fin a la guerra con Rusia. "Le he visto negociar sin cartas. No tiene cartas y uno se cansa de eso. Estoy harto", ha sostenido Trump tras asegurar que "es difícil llegar a acuerdos" con él.
El magnate ha destacado que Zelenski no ha sido capaz de obtener resultados en los tres años que lleva el conflicto bélico y ha afirmado que el líder ruso, Vladimir Putin, sí está dispuesto a alcanzar un acuerdo aunque no tiene por qué hacerlo. "Si quisiera, obtendría todo el país", ha asegurado el estadounidense tras calificar de "pérdida de tiempo" la visita que realizó la semana pasada el secretario del Tesoro, Scott Bessent, a Kiev para entregarle un acuerdo de explotación de los recursos naturales de Ucrania. Según Zelenski, Estados Unidos pide en ese documento quedarse con la mitad de los recursos de los que dispone su país, pero sin ofrecer a cambio garantías de seguridad y de la continuidad de su apoyo.
Trump también ha reconocido que "Rusia atacó Ucrania", después de que esta semana sugiriera que este último país había iniciado la guerra. Sin embargo, ha acusado tanto al expresidente Joe Biden como a Zelenski de permitir el conflicto. "A Rusia se le podría haber disuadido fácilmente", ha afirmado el mandatario estadounidense. Como de costumbre, ha insultado a su predecesor al tildarlo de "tonto" y se ha vuelto a atribuir la victoria del inicio de las negociaciones, en las que han quedado fuera tanto Ucrania como Europa.
Las declaraciones de Trump se han producido después de que su Gobierno se opusiera este viernes en el G7 a utilizar frases como "agresión rusa" en una declaración conjunta que prepara el grupo con motivo del aniversario de la invasión. "Somos inflexibles en que debe hacerse una distinción entre Rusia y Ucrania. No son lo mismo. Los estadounidenses están bloqueando ese lenguaje, pero todavía estamos trabajando en ello y esperamos un acuerdo", ha declarado una fuente del G7 al diario Financial Times.
Por otro lado, la Unión Europea ha anunciado que aprobará el lunes una nueva ronda de sanciones contra Rusia. "Hay que poner a Ucrania en una posición de fuerza en la que pueda decir que no a un mal acuerdo", ha dicho una alta funcionaria comunitaria sobre el apoyo a Kiev. Putin no ha tardado en pronunciarse al respecto y ha asegurado que las sanciones internacionales impuestas sobre su país han servido para "estimular" la economía y el desarrollo de la ciencia.
Con respecto a las negociaciones —de las que han quedado fuera tanto Europa como Ucrania— los europeos siempre han defendido que estas no pueden llevarse a cabo sin los ucranianos. Incluso, algunos países como Francia y Reino Unido se han mostrado dispuestos a enviar hasta 30.000 soldados al país una vez alcanzado un eventual acuerdo con Rusia, con el propósito de garantizar la seguridad de Ucrania. No obstante, el Gobierno francés ha asegurado este viernes que todavía es pronto para discutir las modalidades de garantizar la seguridad, como el envío de tropas o el establecimiento de una zona de exclusión aérea.
Sobre las negociaciones, Rusia ha asegurado este viernes que nunca ha exigido la retirada de las fuerzas de la OTAN como condición para negociar la paz. Así lo ha confirmado el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, después de que el asesor de Seguridad de la Presidencia rumana, Cristian Diaconescu, declarara ... {getToc} $title={Tabla de Contenidos}