Este 2025 entran en vigor tres nuevos impuestos propios en Valencia, Alicante y Castellón.
En España, no todos los ciudadanos pagan la misma cantidad de impuestos. El Gobierno se encarga de recaudar el IRPF, el IVA y algunos Impuestos Especiales, mientras que las comunidades autónomas gestionan los impuestos de Patrimonio, Sucesiones, Donaciones, Transmisiones patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados y, además, algunas de estas regiones cuentan con impuestos propios. Estos hacen que haya una gran disparidad entre lo que paga un ciudadano y otro en función del lugar en el que tribute. En el caso de la Comunidad Valenciana, existen seis impuestos de este tipo, de los cuales tres entran en vigor este 2025 por primera vez.
Tres nuevos impuestos propios
El primer impuesto que tienen que afrontar los valencianos por primera vez este nuevo año es el de los grandes establecimientos comerciales, que afecta al ámbito del ocio, la hostelería y a los espectáculos porque, en muchas ocasiones, suponen un desplazamiento masivo de vehículos que acaban teniendo consecuencias negativas sobre el medio ambiente.
El siguiente tributo que entra en vigor este 2025 en todo el territorio de la Comunidad Valenciana es el de la emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera proveniente de instalaciones. El objetivo de este es reducir la expulsión de estas sustancias, incentivar medidas para que esta tenga un impacto menor y conseguir mejorar la calidad del aire.
El último impuesto nuevo es el de las emisiones de dióxido de carbono de los vehículos de tracción mecánica, debido a que estos inciden en el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero. Cabe destacar que los ingresos de este tributo estarán destinados a nutrir el Fondo para la Transición Ecológica
Estos tres impuestos se unirán a los otros que ya estaban en vigencia, como el del canon de saneamiento, llevado a cabo para asegurar el funcionamiento de las instalaciones de evacuación, tratamiento y depuración de aguas residuales y sistemas antidesbordamiento asociados a colectores generales.
También, los valencianos deberán pagar el impuesto sobre actividades que inciden en el medioambiente, pensado para contribuir a compensar los gastos que supone intentar frenar el deterioro del entorno natural. El último tributo propio de la comunidad es el de las viviendas vacías, cuyo objetivo es incentivar la oferta de alquiler y ayudar a financiar las actuaciones de los planes de vivienda.
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