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La villa alpargatera con patrimonio de influencia árabe que se ha ganado el título a pueblo más frío de EspañaLas mejores bodegas de La Rioja Alavesa para disfrutar del vino y de sus singulares templos, según National Geographic
Daroca de Rioja, un pequeño pueblo a solo 18 kilómetros de Logroño, se enfrenta a un desafío que va más allá de la vida cotidiana: la falta de cobertura telefónica. Ignacio Echapresto, chef de Venta Moncalvillo, restaurante con dos estrellas Michelin y una estrella verde, ha vuelto a alzar la voz sobre esta problemática que afecta tanto a los vecinos como al desarrollo del mundo rural.
El cocinero, conocido por haber puesto en el mapa gastronómico a este municipio de apenas 60 habitantes, ha utilizado sus redes sociales para denunciar la situación. "La falta de cobertura en mi pueblo es un desastre. Es algo que sufrimos desde hace mucho tiempo quienes hemos decidido tener nuestros negocios y jugarnos nuestros cuartos en el mundo rural", afirmó.
Esta situación, lejos de ser nueva, se repite desde hace años y genera complicaciones no solo para los emprendedores, sino también para servicios esenciales como la oficina móvil de CaixaBank, que ha dejado de operar en el pueblo por esta razón.
Un problema que pone en riesgo su calidad de vida
La instalación de la red 5G en Moncalvillo, cercana a Daroca, parece ser la causa de un "efecto sombra" que ha dejado al resto de las redes inutilizables. Según el alcalde, Luis Armando Rodríguez, las antenas no cubren correctamente la zona, lo que obliga a los pocos vecinos con acceso a internet a comunicarse exclusivamente por WhatsApp. Sin embargo, para quienes no tienen esta opción, algo tan simple como realizar una llamada se convierte en una odisea diaria.
El mensaje de Echapresto ha llamado la atención de dos operadoras telefónicas, que han respondido a su denuncia. Pese a ello, los habitantes de Daroca aún esperan una solución definitiva que garantice servicios básicos de calidad. "Cuando algo tan sencillo y cotidiano como hablar por teléfono (con un amigo, con un familiar, con un cliente, con un proveedor, con quien sea) se convierte en una aventura todos los días, pasa de ser una anécdota a ser un problema", enfatizó el chef.
La petición del cocinero y de los vecinos de Daroca es clara: 2025 debe ser el año en el que los pueblos, independientemente de su tamaño, reciban la atención que merecen. El mundo rural reclama infraestructuras adecuadas y servicios esenciales que permitan a sus habitantes desarrollarse sin quedar aislados en pleno siglo XXI.
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