Un exalcalde de Junts ha optado por pasarse a Aliança Catalana, la formación de ultraderecha independentista focalizada en reducir la inmigración de origen musulmán en Cataluña. Se trata de Salvador Bonjoch, que fue alcalde de Bellpuig (Lleida) entre 2011 y 2019, cuando dejó Junts per Bellpuig por los pactos del PDeCAT por los presupuestos y tras perder la alcaldía frente a ERC. Ahora ha firmado un acuerdo de colaboración con el partido de la alcaldesa de Ripoll, Sílvia Orriols, según ha anunciado Aliança. Bonjoch había tenido, además, un peso específico en el entorno convergente de la región, al ser presidente del Consell Comarcal de l’Urgell.
“Con este pacto, los regidores Salvador Bonjoch y Josep Noró se convierten en aliados estratégicos de Aliança Catalana para implementar acciones concretas en beneficio del territorio”, asegura la formación, que ahora tiene dos diputados en el Parlament.
La suma de Bonjoch al proyecto político de Orriols muestra una tendencia, pero todavía es poco más que cosquillas para el secretario general de Junts, Jordi Turull. Bonjoch se había presentado a las últimas elecciones en Bellpuig en 2023 como Grupo Independiente Il.luisona’t. ERC gobierna en la localidad, pero como en el resto de Cataluña, el voto que crece es el Aliança Catalana, que en las últimas autonómicas llegó al 8,8% de los sufragios.
Bellpuig es muy pequeño, tiene poco más de 5.200 habitantes. Pero el fichaje de Bonjoch destaca en un año donde Aliança ha cerrado con una estrategia de crecer en el ámbito rural de cara a las siguientes elecciones. El CEO, equivalente al CIS, ya le otorga siete diputados en unos hipotéticos comicios autonómicos, cinco más que ahora. Eso va en detrimento de Junts, que por eso ha virado hacia un partido de derecha más duro: menos impuestos a las grandes empresas, bajadas de tributos como Sucesiones y sobre todo control de la inmigración, como pidió Carles Puigdemont en su reciente entrevista en TV3.
Despliegue territorial
Dentro del despliegue territorial de los de Silvia Orriols, hay que destacar que Aliança Catalana ha abierto 17 direcciones comarcales en lugares de Lleida como el Segrià, para también Baix Llobregat Nord, Montsià, Baix Ebre, Osona, Vallès Oriental o el Bages, entre otros.
El partido cuenta en este momento con más de 700 militantes al corriente del abono de sus cuotas. Pero en zonas urbanas le cuesta más penetrar y en muchas de esas áreas, o el PP está muy asentado, como en el caso de Badalona; o esos votantes se van Vox, como en L’Hospitalet de Llobregat.
Aliança Catalana ha puesto en marcha una nueva estrategia para asentarse en zonas rurales
En cambio, en las zonas rurales de Cataluña el partido está desplegando con más fuerza. Ya no es sólo una formación de la Cataluña y la Girona central. Crece en Figueres, Olot, Vic, Manlleu y llega a Lleida. Lugares tan importantes para el imaginario colectivo como Alcarràs. Se trata de ganar tejido territorial para dotar de consistencia al partido y que no le pase como a Ciudadanos, que siempre adoleció de falta de poder local, aunque tuviese buenos resultados en autonómicas o generales.
Más visibilidad
Silvia Orriols disfruta ahora de mucha más visibilidad mediática gracias a su escaño en el Parlament y a sus polémicas con el presidente de la Cámara, Josep Rull. Y esa ventaja es la que está explotando en su despliegue por todo el mapa catalán.
En el caso de la alianza con Bonjoch, Aliança destaca que “este acuerdo se enmarca dentro de una estrategia más amplia para establecer alianzas con otros grupos independientes de Cataluña”, para “reforzar la presencia territorial del partido”. En lo programático se apuesta por “el crecimiento económico, la reducción de la presión fiscal, la protección de la lengua catalana, la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos, así como intensificar la lucha contra las ocupaciones ilegales y la inmigración irregular”.
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