Junts aprieta. Pero, de momento, sigue sin ahogar. La sesión de control de este miércoles se desarrollaba con la resaca de la nueva pinza PP-Junts que aboca al Gobierno a una nueva derrota parlamentaria, y con la reciente exigencia de Carles Puigdemont a Sánchez para que active una cuestión de confianza en la Cámara Baja en la víspera de la negociación presupuestaria. La portavoz de Junts, Miriam Nogueras, no perdió la oportunidad para presionar al jefe del Ejecutivo y advertirle que, si no "cumple" con Cataluña, se plantarán. "No vamos de farol", lanzó.
"Lo que estamos haciendo nosotros es lo que nadie más se atreve a hacer". Nogueras inició su réplica con un dardo velado a ERC quien, a su juicio, "ha renunciado a defender Cataluña". Y pasó al ataque contra el presidente del Gobierno. "Muevan el culo, hagan el trabajo que tienen que hacer, paguen lo que deben y respeten las competencias acordadas y las que ya tenemos", apuntó.
Pese a las palabras gruesas, la portavoz independentista diluyó el órdago de la cuestión de confianza y, al menos en la sesión de control, no lo puso como condición para mantener su apoyo. El PSOE no está por la labor de tramitar en el Congreso la demanda de Puigdemont. La proposición no de ley anunciada por el líder de Junts se tiene que debatir en la Mesa del Congreso de la próxima semana, y tanto los socialistas como Sumar se inclinan por tumbarla y no admitirla siquiera a trámite para que se vote en el pleno de la Cámara Baja.
No obstante, Nogueras sí hizo una lista de los compromisos que Sánchez les adeuda si quiere contar con sus siete votos en el Congreso tras aliarse con el PP en algunas materias. La dirigente independentista ha solicitado, entre otros puntos, que se publiquen las balanzas fiscales, que "inviertan el desastre" en los trenes de Cataluña; que "dejen de cosernos a impuestos" o que defiendan la "oficialidad del catalán en Europa". "Cuando alguien entra en Cataluña, la policía que debe ver es a la catalana, la lengua que debe aprender es el catalán, y el país al que ha de respetar es a Cataluña", reiteró.
"Estamos en política para servir a los catalanes, no para servirles a ustedes. Y nos plantamos porque es nuestra responsabilidad defender Cataluña ante un Gobierno que no lo hace", remató. Sánchez, por su parte, se limitó a asegurar que el Gobierno "cumplirá" con los compromisos pactados, y evitó en todo momento el choque con Nogueras. Tanto en la respuesta a la dirigente independentista como a la de Feijóo, el presidente del Gobierno sacó pecho de los datos económicos del país a la luz de los últimos datos publicados por The Economist, que sitúa a España como al economía con mejores resultados en 2024.
Antes que Nogueras, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, también trató de poner contra las cuerdas al jefe del Ejecutivo por su "debilidad parlamentaria" y "judicial". "En su mesa de Navidad se sentarán, al menos, dos imputados", lanzó Feijóo, en alusión a las investigaciones judiciales abiertas contra su hermano, David Sánchez, y su mujer, Begoña Gómez. Y pasó al ataque por la inestabilidad del bloque de investidura, que tensa un proyecto de Presupuestos para 2025 que sigue sin ver la luz. "Ni el independentismo le perdonará sus mentiras, ni los jueces le perdonarán su corrupción", agregó.
Feijóo intenta pescar en el mar revuelto de los socios de Sánchez, y lanzó un guiño a la bancada de Junts. "Señora Nogueras, claro que [Sánchez] no es de fiar, y que les seguirá engañando. Ya se lo dije hace mucho tiempo y se lo reitero hoy", afirmó. Por el momento, Génova rebaja el acuerdo alcanzado con Junts el pasado lunes para eliminar el impuesto a la producción eléctrica a un pacto "circunstancial", sin que ello implique un acercamiento a la formación independentista para intentar desbancar al Gobierno a través de una moción de censura, que continúa en vía muerta.
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