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Pepe Álvarez, secretario general de UGT, dice que Pedro Sánchez es un "presidente de palabra y de fiar". Ha defendido esta opinión en el 44º Congreso del sindicato que lidera, un baño de masas para el líder socialista que, acorralado por los procesos judiciales que cercan a su entorno más cercano -mujer, hermano y ex mano derecha imputados-, recibió vítores del público: "¡Aguanta, Pedro!". Un encuentro que ha tenido lugar la misma semana que la Audiencia Provincial de Sevilla ha condenado al exsecretario general de UGT en Andalucía, Francisco Fernández, por falsedad en documento mercantil y fraude de subvenciones, y ha declarado a UGT Andalucía como responsable civil subsidiario de una indemnización de 40 millones a pagar a la Junta de Juanma Moreno. No obstante, la buena relación del Gobierno de Sánchez y las organizaciones sindicales está fuera de toda duda. No es para menos teniendo en cuenta que el presidente Sánchez es el que más dinero dedica a subvencionar a los sindicatos anualmente, como ha podido comprobar El Confidencial.
Este 2024, el Ministerio de Trabajo ha repartido 17 millones de euros entre las organizaciones sindicales en proporción a su representatividad. Si sumamos las cantidades que el Gobierno de Sánchez ha repartido en los últimos cuatro años, el montante total asciende a los 64,8 millones de euros. Es más que lo que Mariano Rajoy destinó en sus siete años de mandato presidencial.
Estas ayudas se conceden a discreción, sin necesidad de contraprestación de ningún tipo, para la "realización de actividades de carácter sindical, incluyendo aquí la realización de cualquier tipo de actividad sindical dirigida a la defensa y promoción de los intereses económicos y sociales de los trabajadores". En sus últimos cuatro años en Moncloa, el Ejecutivo de Rajoy subvencionó con 35.535.560 euros a los sindicatos, prácticamente la mitad que Pedro Sánchez.
El actual líder del PSOE ha llegado a superar lo destinado por José Luis Rodríguez Zapatero en su última legislatura. El anterior líder socialista, que también mantuvo un notable flujo de dinero hacia las organizaciones sindicales, alcanzó una factura de 63.194.000 en sus últimos cuatro años como presidente. Un millón y medio de euros menos que en la actualidad Sánchez.
De 8 millones al año a 17 millones
Ningún presidente había destinado 17 millones de euros anuales a subvencionar a los sindicatos hasta la llegada de Sánchez. Esta cantidad, concedida a través del Ministerio de Trabajo de Yolanda Díaz, supone duplicar los 8,8 millones anuales que el Gobierno de Rajoy destinaba a tal fin. El salto cuantitativo en la factura sindical de Sánchez se produjo en 2022, cuando se aprobaron por primera vez los 17 millones. Un año antes, en 2021, el Gobierno de coalición PSOE-Podemos repartió 13,8 millones entre estas organizaciones, 5 millones más que en la era Rajoy, pero 4 millones menos que en la actualidad.
En su primer año de mandato, con la crisis económica en su punto álgido, Mariano Rajoy, con Fátima Báñez al frente de la cartera de Trabajo, recortó el dinero de las subvenciones sindicales hasta los 11,1 millones. El resto de su etapa presidencial, la cifra de ayudas financieras a estas entidades se redujo más todavía y se mantuvo estable en los 8,8 millones. Un recorte notable respecto a la era Zapatero, que dedicaba 15,7 millones todos los años a estas ayudas. O sea, que el líder popular metió la tijera al 43,9% de esta partida. Con José María Aznar, esta partida rondó los 10 millones.
Más de 200 millones y ayudas para la sede de UGT
Los sindicatos comenzaron a recibir subvenciones en democracia en 1982, bajo el Gobierno de Leopoldo Calvo-Sotelo. Poco después del golpe de Estado fallido de Antonio Tejero, Unión de Centro Democrático (UCD) firmó el Acuerdo Nacional de Empleo, por el que se concedieron 890 millones de pesetas a las organizaciones sindicales en el año 1983. Desde entonces, el flujo financiero del Estado hacia estas entidades ha sido constante. Gracias a una sentencia del Tribunal Constitucional de 1985, UGT y Comisiones Obreras se llevan el 75% de esta partida. En las últimas dos décadas, los sindicatos han recibido más de 200 millones de euros del erario público en concepto de subvenciones.
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