La Generalitat de Cataluña ha multado con 108.000 euros a la residencia que la Fundación Hospital Sant Pere tiene en Vilassar de Dalt (Barcelona) por dejar sin comer durante quince horas a los ancianos, errores en la medicación e incluso darles productos caducados.El secretario general del Departamento catalán de Derechos Sociales e Inclusión, Raúl Moreno, ha indicado este viernes, durante el inicio de la recogida de donaciones para el Banco de Alimentos, que han actuado correctamente, después que la inspección haya valorado las deficiencias de la residencia y en aplicación del reglamento.Moreno ha matizado que la última inspección llevada a cabo en la residencia de Vilassar de Dalt, en febrero de este año, "ya se habían solucionado las deficiencias, pero deberán hacer frente a las sanciones que se han impuesto", aunque darán facilidades de pago a la entidad gestora. "Queremos un servicio de calidad para las personas mayores y en esto seremos implacables", ha remarcado.
Por qué España no necesita más residencias aunque cada vez esté más envejecida
Marta Ley
Las inspecciones han detectado que se suministraban medicamentos caducados, que había una falta de dirección colegiada y que los residentes estaban sin comer quince horas, entre otras irregularidades. La reiteración de expedientes sancionadores a la residencia ha propiciado que el departamento impusiera finalmente varias multas, que suman los citados 108.000 euros.La Vanguardia, que ha avanzado este caso, también ha informado de que la empresa gestora del centro está inmersa en un conflicto laboral, no solo en la residencia de Vilassar de Dalt, sino también en otra que regenta en Canet de Mar.La Fundación Privada Hospital de Sant Pere es una entidad sin ánimo de lucro, que se gestiona a través de un copatronato entre la parroquia y el Ayuntamiento de Vilassar de Dalt, que nombran a la dirección y la gerencia del centro, y que tiene plazas concertadas con la Generalitat.
{getToc} $title={Tabla de Contenidos}