Lo que pasa en tu cuerpo si tomas vinagre todos los días: beneficios y riesgos
PorMarketing Social Media-
El vinagre es rico en ácido acético, un compuesto químico con múltiples propiedades saludables pero también con algunos riesgos si se consume en cantidades excesivas.
Las ensaladas y las verduras frescas son una parte fundamental en la dieta mediterránea propia de España, donde a menudo se consumen aderezadas con aceite de oliva y vinagre. Mientras que los beneficios para la salud que trae aparejados el consumo del primero son de sobra conocidos, las propiedades del segundo lo son algo menos.
En realidad, existen algunos indicios de que el uso habitual de vinagre puede favorecer aspectos de nuestra salud como el equilibrio de la microbiota intestinal, el peso corporal, los niveles de glucosa en sangre o en general la salud cardíaca. Por el contrario, en algunas personas podría interactuar con ciertos medicamentos o resultar irritante.
Propiedades nutricionales y riesgos
El vinagre es un líquido de olor y sabor agrios que se produce por la fermentación bacteriana de ciertas bebidas alcohólicas, como el vino o la sidra de manzana. En este proceso, la preparación final pierde la inmensa mayoría de su concentración de alcohol, ya que este se convierte en ácido acético; precisamente, esta sustancia (presente en el vinagre en concentraciones que van del 3 al 6%) es la responsable de la mayoría de los efectos que el vinagre puede tener para la salud. Además, según las especies vegetales empleadas en su fabricación , el vinagre puede contener diversos polifenoles, compuestos antioxidantes con beneficios adicionales para nuestro organismo.
En primer lugar, señala la escuela de Salud Pública T.H. Chan de la Universidad de Harvard (Estados Unidos), el vinagre es bajo tanto en calorías como en nutrientes, lo que lo hace ideal como aderezo. Como en la mayoría de los casos no contiene sodio ni azúcar, se convierte en una buena manera de dar sabor a los alimentos evitando la ingesta excesiva de sal o azúcar.
En personas sensibles o en cantidades altas, y especialmente con los vinagres con mayor concentración de ácido acético, el consumo excesivo de manera aguda (en un momento determinado) podría causar cierta irritación del esófago o el estómago. Esto, no obstante, es poco común y suele ser el producto de ingerir cantidades muy superiores a las normalmente usadas en gastronomía. Además, esta clase de uso también podría dañar el recubrimiento externo de los dientes, afectando a su color.
Posibles efectos beneficiosos sobre enfermedades
Existen algunos indicios que apuntan a que el consumo de vinagre podría ayudar a controlar los niveles de azúcar en sangre, si bien la evidencia disponible al respecto es inconsistente y por ello no puede recomendarse como medio para el control glicémico.
Algo similar sucede con los posibles beneficios del vinagre en el control del peso corporal; mientras que algunos estudios en animales e incluso seres humanos han encontrado resultados prometedores, en conjunto no existen evidencias suficientes como para concluir que el vinagre pueda emplearse como una intervención eficaz contra el sobrepeso o la obesidad.
Por otra parte, los polifenoles que contienen ciertos vinagres naturales podrían tener un efecto antioxidante y por ello ayudar a prevenir ciertos tipos de cáncer, aunque apenas existen investigaciones que hayan comprobado el efecto concreto del vinagre. Si que es cierto que, en su uso como aderezo, puede emplearse para acompañar alimentos muy saludables y ricos en compuestos beneficiosos como diversas verduras.
Finalmente, debido a su origen en un proceso de fermentación podríamos pensar que el vinagre es un alimento probiótico, pero por lo general no contiene bacterias beneficiosas. No obstante, ciertos tipos de vinagre, sobre todo los no filtrados o algunos como el de manzana contienen prebióticos; componentes que sirven de alimento a las bacterias beneficiosas de nuestro intestino y que promueven el equilibrio microbiótico de la flora intestinal.