Dolores Redondo regresa con su mejor Baztán: "Al mezclar novela con mística tuve reconocimiento y... críticas"


         Dolores Redondo regresa con su mejor Baztán: "Al mezclar novela con mística tuve reconocimiento y... críticas"

viaje al valle de baztan con dolores redondo

"Natural. Accidental. Suicida. Homicida". Todo junto se lee NASH y es un código que se utiliza en la medicina forense para determinar el origen de una muerte en situaciones extremas. Ese acróstico es, también, en la nueva novela de Dolores Redondo, Las que no duermen NASH (Destino), el nombre de una sicóloga que cambia el mundo de la novela negra. La joven doctora Nash Elizondo saca de las víctimas, sin violencia, pistas para encontrar a sus asesinos; y las evidencias de quién mató a una joven tres años atrás, cuando su cadáver aparece de manera fortuita en el interior de una sima, junto a unos huesos reveladores de otra historia paralela. El paisaje, el personaje principal en la obra de Redondo (San Sebastián, 1969) es una vez más Elizondo, en el valle navarro del Baztán, lugar elevado a ruta turística y a fenómeno de masas que no ha perdido la bruma, el ruido del río que 'habla' ni la mística envolvente que la autora ha elevado a género: el Mystic noir. En este libro, Redondo se inspira en un suceso acaecido durante la Guerra Civil y descubierto hace pocos años: la muerte, en la misma sima donde ella sitúa la acción, de una mujer embarazada, Juana Josefa Goñi, y de sus seis hijos. Jamás se conocieron las razones de ese atroz crimen ni quién lo perpetró, aunque pócimas y maleficios planeen sobre él. "Probablemente, este fuera el último crimen por brujería en España", se atreve a sugerir Redondo justo donde sucedieron esas ejecuciones, para las que pide respeto sepulcral.

Con este turbio suceso de fondo, un grupo de medios, entre ellos 20minutos, acompaña a la autora a recorrer los escenarios de una trama dedicada -como señala- a las mujeres que no duermen por su espíritu inquieto. Lleva su libro en la mano, a modo de tótem y guía, con una portada que, por cierto, ha diseñado su hijo mayor, Aitor.

Dolores Redondo prosigue de esta forma con su cuarteto Los Valles Tranquilos, iniciado con Esperando el diluvio. No es esta una saga por entregas, como lo fue su gran descubrimiento, La trilogía del Baztán (2013). Los libros son independientes, aunque se deslicen en ellos nombres y situaciones ya conocidos. Esta nueva novela, escrita íntegramente en Elizondo, tiene otra 'protagonista' inesperada, la propia autora, que se incluye para dar veracidad a unos personajes que viven en el mismo pueblo que ella y no pueden dejar de conocerla: es... La Redondo.

La autora más vendida, quien hubiera querido ser chef o cardióloga de no haberse dedicado a la escritura, asevera que a ella, mientras no sea para cometerlos, los crímenes le compensan. Los datos la 'incriminan': cinco millones de lectores ansiosos y devotos le dan la razón.

La protagonista tiene que convertirse en la sicóloga de esa víctima y lo hace explorando su teléfono, su ordenador, sus compras

El 'mystic noir', solo funciona realmente si la mística es real. No se puede poner magia de 'abracadabra'

Hay que diferenciar entre estar inquieto y tener esa ansia que no te permite dormir, que tener ansiedad

Quiero describir esa sociedad matriarcal en la que yo nací y me crie. A veces se inmiscuyen en tu vida, pero dicen verdades como puños

Mi amor no es la novela negra; mi amor es la literatura

Yo soy como un investigador policial que no puede juzgar desde fuera

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