Pese a las consignas de "unidad" y "colaboración", la confrontación ha ido en aumento entre el PP y PSOE por la gestión de la DANA.
Desde que irrumpieron las catastróficas riadas el 29 de octubre y en los diez días posteriores se fueron sucediendo un cúmulo de acusaciones cruzadas entre partidos sobre quién es el responsable del alcance de la gota fría, que ya ha dejado a más de dos centenares de fallecidos, incontables desaparecidos además de los daños materiales. PSOE y PP han protagonizado los vaivenes políticos por la gestión de la DANA: de pedir "unidad" a ir al choque por las alertas y el control de la crisis.
Miércoles, 30 de octubre
Los dos principales partidos amanecieron enfrentados. Una vez que lamentaron las pérdidas humanas y materiales situaron el debate político en la sede de la Cámara Baja. El PP pidió suspender todas las sesiones parlamentarias con el fin de que todos los representantes estuvieran volcados en la crisis que azuzaba en mayor medida a la Comunidad Valenciana. El PSOE aceptó una vez iniciada la sesión y tras un minuto de silencio por las víctimas de la DANA, pero mantuvo el pleno extraordinario programado para ese día en la que se aprobaría rebajar las mayorías del sistema de elección de los miembros de RTVE para así reformarlo sin necesidad del PP.
"He presenciado muchos momentos de bajeza moral, pero ninguno como este. Toda cuestión política puede aplazarse", denunció el líder de la oposición. También avisó de que "un país se define en momentos así" y lamentó, por tanto, que en "las horas más graves" de la historia reciente del país, la "principal prioridad" del Gobierno fuera "el intento de control de los medios públicos". Esa misma tarde pidió ayuda a la Comisión Europea, exigió al Gobierno de Sánchez que solicitase la activación urgente del Mecanismo de Protección Civil y se trasladó a Castilla-La Mancha, una de las cinco comunidades afectadas por la gota fría, para mostrar su "colaboración institucional".
El Gobierno ya había celebrado un primer Comité de crisis esa madrugada, y aunque se mostró a favor de suspender la sesión de control, abogaron por mantener el pleno. La justificación fue que el trabajo de los diputados es legislar.
Según avanzaban las horas y aumentaba la percepción de la enorme gravedad de lo sucedido, los movimientos se volvían más extraordinarios. El PSOE anunció que todas sus cuentas en redes sociales se dedicarían exclusivamente a amplificar los avisos de 112 y AEMET, y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ofrecía una declaración institucional desde Moncloa asegurando que el Gobierno pondría a disposición de la Comunidad Valenciana todos los recursos posibles del Estado y de la Unión Europea.
Y aunque ese día el ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, también ofreció una rueda de prensa en la que evitó a toda costa criticar la gestión de Mazón, quiso dejar patente la cronología de lo que había sucedido el día anterior, subrayando que hasta pasadas las 20:00 horas la Generalitat valenciana no había enviado el mensaje de alerta a los ciudadanos. Tras ello, el PSOE anunciaba que no harían declaraciones políticas durante los tres días de luto oficial que se acababan de decretar.
Jueves, 31 de octubre
El segundo día tras la tragedia estuvo marcado por las visitas institucionales a los lugares más afectados. El presidente del Gobierno y el líder de la oposición se cruzaron tanto en Castilla-La Mancha como en Valencia, en apoyo tanto del socialista Emiliano García-Page como al popular Carlos Mazón. Poco les duró la colaboración entre administraciones con independencia del color político.
El primero en llegar a Valencia fue Feijóo. Y frente a su barón territorial puso el foco sobre el Gobierno central. Primero, defendió la "soledad y limitaciones" de los presidentes autonómicos y, segundo, habló de la emergencia nacional, instando así a Sánchez a que cogiera el mando de... {getToc} $title={Tabla de Contenidos}