La comunicadora Blissy dio una charla sobre videojuegos con una perspectiva feminista.
Con ganas de llorar y en "estado de shock", así se quedó la periodista Blissy tras dar a unos adolescentes una charla sobre videojuegos, pero con perspectiva feminista. Por ello, tras no saber ni cómo no se ha bajado del escenario antes de tiempo, compartió su mala experiencia en redes para saber la opinión de los profesores que la leyeran.
La comunicadora, autora del libro Play Like a Girl: Desafíos de las mujeres en la industria del videojuego y la tecnología, dio su conferencia, organizada por el Ayuntamiento.
Fueron dos horas de clase frente a unos 100 alumnos de ESO, muchos de los cuales estaban siendo muy irrespetuosos, saltándose los turnos de preguntas y silbando, algo que esperaba por su edad.
Sin embargo, los chicos comenzaron a replicar por algunos detalles, como usar el femenino como genérico, lo cual provocó que uno de los alumnos la increpara; poner un vídeo de una desarrolladora trans hablando, momento en el que empezaron a mofarse; y mostrar la sexualización de los cuerpos femeninos en los videojuegos, algo que hizo que "los chicos se pusieran a silbar y a reír como un obrero de 60 años".
"He intentado que las niñas participaran más porque los niños estaban copando todo el espacio de comentarios y preguntas y se lo han tomado como un ataque", aseguró en X (Twitter). "Uno me ha llamado puta (no lo ha gritado, pero suficientemente alto para que luego unas niñas vinieran a contármelo)".
En general, Blissy vio que los niños levantaban la mano todo el rato para "soltar opiniones faltosas" sobre la charla, y las niñas estaban más calladas, aunque alguna sí preguntó en serio.
"Yo no sabía ni dónde meterme del bochorno", expresó la periodista. "Os prometo que era imposible seguir diciendo nada. Nadie escuchaba. Al acabar, ha habido aplausos, pero también abucheos".
"No exagero. Estoy todavía asimilándolo todo", escribió la comunicadora en redes y reveló que el profesorado hizo "más bien poco" durante la primera mitad de la charla, pero luego se implicaron más y, tras terminar la charla, fueron a disculparse y a decirle que lo van a "trabajar en el aula".
"No me entra en la cabeza que adolescentes tengan esta educación", añadió Blissy. "Me ha venido un chaval a increpar porque 'el hembrismo no sé qué' y queriéndome a mí dar lecciones". "Solo me quedo con el grupo de niñas que me han venido al final a dar las gracias y a decirme que ha sido muy interesante y que lo sentían por sus compañeros", concluyó.
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