Es un truco doméstico que puede llegar a ahorrarnos un buena cantidad de dinero que se va a parar a productos de limpieza del coche.
El sistema de alumbrado y señalización del coche es uno de los más importantes en la conducción, especialmente en días que hay poca luz natural o condiciones climatológicas adversas. Tal es su relevación que en España los fallos en las luces pueden suponer un motivo para no pasar la Inspección Técnica del Vehículo (ITV).
Según explica el Manual de Procedimientos de Inspección de las Estaciones ITV, una luz fundida, una bombilla que esté suelta, la instalaciones de luces que no estén homologadas, etc., puede llegar a suponer un resultado positivo o negativo en este examen. El buen mantenimiento de este sistema también pasa por una limpieza adecuada del mismo.
Para limpiar el coche se suelen utilizar productos específicos. Sin embargo, existe un truco casero que resulta mucho más asequible para el bolsillo y que dejará las luces en perfecto estado.
El truco para limpiar las luces con limón
Uno de los problemas que solemos encontrar con los faros es que la zona transparente se queda blanquecina debido al paso del tiempo y también a la exposición al sol. Para este problema existen diferentes soluciones. Desde cambiar los faros (la más cara), pasando por pulirlos en un taller, hasta llegar a la más económica: utilizar un limón para limpiarlos.
Puede parecer una locura, pero son muchos los que han probado este truco, compartiéndolo en sus redes y han comprobado que, efectivamente, los faros quedan limpios. Para llevar a cabo este método casero tendremos que cortar un limón. Cogemos uno de los trozo para frotarlo directamente en el faro. Antes de ello, tendremos que echar bicarbonato en el limón y empezar a limpiar.
Es importante tener en cuenta que deberemos de frotar con suavidad y siempre que se haya limpiado previamente el faro de cualquier resto que pudiera tener. En el caso contrario podríamos terminar rayándolo.
Debemos dejar que el limón actúe durante unos minutos y después limpiar pasando un paño húmedo. En el caso de que todavía queden algunos resto se puede volver a hacer la misma operación las veces que sea necesario. Además, como muchos ya sabrán, si no tenemos limón en el frigorífico podemos utilizar vinagre. Es decir, otro producto que también es ácido y puede conseguir el mismo efecto que esta fruta.
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