La espantada a Todd Haynes, días antes de que comenzase el rodaje de su última película, es el capítulo más reciente en la larga lista de contratiempos protagonizados por el actor principal de 'Joker 2'.
Joaquin Phoenix es experto en marcharse bruscamente de los rodajes. Todd Haynes (Carol) lo ha sufrido en su último proyecto, fomentado por el propio Phoenix. Días antes de que comenzara a filmarse, el actor lo abandonó, sentenciándolo a muerte. Más tarde, se ha sabido que Phoenix se comportó de igual forma con Shyamalan cuando este le ofreció protagonizar Múltiple. Y, con semejante ruido de fondo, la llegada de Joker: Folie à Deux el pasado 4 de octubre a los cines de España.
La falta de profesionalidad de Phoenix no ha sorprendido a quienes han seguido, aunque sea de reojo, las estridencias del actor. Joker, por la que ganó el Oscar, demostró lo mejor y lo peor de Joaquin Phoenix. Aunque Robert de Niro resultó bendecido para estar sólo en contacto con la parte positiva del actor.
Las espantadas de Joaquin Phoenix
Joker fue un punto de inflexión en la carrera de Joaquin Phoenix. Aunque no se hubiese traducido en una estatuilla, el villano de Gotham le dio su papel más extremo y, también, contagió a las siguientes interpretaciones de cierta “jokericidad” difícil de soslayar. Napoleón o el Beau de Beau tiene miedo eran trasuntos carnavalescos de Arthur Fleck.
Su regreso al personaje original con la secuela que coprotagoniza con Lady Gaga puede romper con la tendencia. Con lo que no parece haber acabado (a juzgar por lo ocurrido con Todd Haynes) es con su nulo respeto por aquellos con los que trabaja. Queda, eso sí, por saber si Joker: Folie à Deux también ha sido escenario de sus desatinos.
Todd Phillips (director de Joker y su secuela) desveló en New York Times que Phoenix acostumbraba a abandonar el plató en medio de una escena, para pasmo de los actores con los que compartía plano. Su mímesis con Arthur Fleck se estaba volviendo peligrosa.
Irónicamente, quien no sufrió las locuras del actor fue el que se llevó la peor parte en la película, Robert de Niro. Noblesse oblige: Phoenix no se atrevió a plantar a la leyenda de Hollywood en ninguna de las escenas que comparten. Tampoco, como confesaba el propio de Niro, hubo ningún motivo, en Phoenix, para hacer enfadar al protagonista de Taxi Driver. “Se comportó como un auténtico profesional”, se admiró de Niro. Tratándose de quien es, parece difícil afirmar si lo decía en serio o estaba actuando.
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