¿Puede haber una planta que nos ayude a dormir mejor, a templar los nervios, combatir la ansiedad y calmar el estrés? La respuesta es sí y puedes tomarla infusionada para beneficiarnos de todas estas propiedades.
El estado que denominamos habitualmente como felicidad es relativo, y depende de una serie de factores que pueden variar entre unas personas y otras. Sin embargo, entre los ingredientes con los que se cocina la felicidad, la gran mayoría puede considerar que son fundamentales la calma, el descanso y la ausencia de ansiedad para construir el bienestar.
Afortunadamente, la naturaleza pone a nuestra disposición una serie de plantas que, en infusión, pueden provocar en nosotros sensaciones similares a la felicidad. Y hay una en concreto, que recibe directamente el nombre de 'la infusión de la felicidad' puesto que reúne un gran número de beneficios positivos para nuestra salud mental. ¿Quieres saber cuál es?
¿Qué planta es la responsable de 'la infusión de la felicidad'?
¡Tachán! Con todos ustedes, la todopoderosa lavanda, una planta de sobra conocida para adornar y aromatizar los jardines, pero poco trabajada en infusión para preservar nuestra salud mental y emocional. Según estudios recientes, la lavanda tiene la capacidad de actuar positivamente sobre nuestro sistema nervioso, el cerebro, y un buen número de hormonas que contribuyen a controlar la ansiedad, el descanso y los estados de ansiedad.
La lavanda tiene propiedades antiinflamatorias, es diurética, favorece la salud digestiva y posee una interesante capacidad antiséptica en caso de infección. Concretamente en el sistema nervioso, y según datos que arroja una investigación publicada en Hindawi Publishing Corporation, esta planta aromática ejerce una misión especialmente calmante.
Propiedades demostradas de la lavanda
Con respecto a su poder antiinflamatorio, la lavanda está recomendada en afecciones relacionadas con las vías urinarias. Además, alivia los dolores de cabeza y también los que se refieren a las articulaciones, por sus cualidades analgésicas.
Pero es que aparte de todo lo anteriormente dicho, y por si fueran pocas sus bondades, la lavanda es beneficiosa para regular el sistema digestivo, puesto que estimula la producción de bilis por el hígado. Por otra parte, es un buen arma para evitar las náuseas, y se le reconocen propiedades para minimizar las flatulencias de las digestiones pesadas.
Tu infusión de la felicidad, lista en 10 minutos
Antes de infusionar las hojas de lavanda, es absolutamente imprescindible que consigamos las flores de esta flor secas y con todas las garantías para el consumo humano. Existen innumerables plantas que han sido tratadas con productos químicos que podrían ocasionar serios problemas para la salud y cero beneficios para nuestro bienestar.
Una vez tenemos la materia prima correcta, libre de pesticidas y sustancias nocivas, vamos a preparar la infusión de lavanda de una manera muy similar a como la hacemos con otras plantas con otros usos saludables. En primer lugar, ponemos a hervir 200 mililitros de agua (el equivalente a un vaso normal) en un recipiente adecuado al fuego.
Incorporamos una cucharada grande no colmada de flores de lavanda, e infusionamos en dos tiempos. El primero consiste en dejar hervir el agua cinco minutos. El segundo, es cuando retiramos la cazuela y añadimos las flores que dejamos reposar cinco minutos más. Para finalizar la preparación de esta infusión de la felicidad, colamos el resultado sobre una taza y la ingerimos caliente antes de que pierda parte de sus propiedades.
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