El creador de contenido e 'influencer' se somete al 'Fuera de contexto' de Rebeca Marín en '20minutos'.
Quedar con AleXSinos me recuerda a esas citas a ciegas, donde no conoces al otro, ignoras su rostro y te recorre un gusanillo en el estómago, esa incertidumbre de qué te vas a encontrar y si responde a tus expectativas. Y tengo que admitir que AleXSinos las supera todas.
Llega con su máscara, con la que bromea: "Me han dicho que me parezco al frontal de un coche". Desde el anonimato más absoluto, en unas redes sociales que se basan fundamentalmente en la imagen, él ha conseguido ser uno de los influencers más exitosos, aunque se resista a esa descripción, prefiere que le llamen creador de contenido.
"El otro día una compañera de trabajo me dijo 'me parece increíble todo lo que haces en redes, vas a alfombras rojas y luego te veo en tu ordenador pequeño, tímido". Y ahí sí se reconoce.
De hecho, este publicista asturiano todavía no se cree lo que le está pasando. Marcas que le buscan para que les represente o personajes como Belén Esteban, uno de los iconos que tanto admira de su imaginario popular, han colaborado con él en sus publicaciones.
"El lugar donde nos encontramos, esta habitación del hotel Hard Rock, es muy importante. Aquí grabé la felicitación de Navidad con Belén Esteban y aquí también nació AleXSinos, por primera vez salí con un casco que tapaba mi cara", recuerda.
Todo empezó en pandemia, comentando con su particular estilo, programas de televisión o personajes de la cultura popular, eso que muchos llaman telebasura y él reivindica como parte imprescindible de la vida. "Telebasura es un concepto tan feo en sí mismo desde origen, apela a todo lo que tiene que ver con el salseo, cotilleo, prensa rosa, cuando ahora, más que nunca, estamos viendo en medios muchísima más basura, la política, por ejemplo", defiende.
Y, a partir de aquí, ha creado todo una "comunidad de hermanas", como él la llama. Un club de seguidores y seguidoras que practican la 'religión Alexina': humor, verdad, acidez y buen rollo. Y, como toda religión, tiene su Biblia, su primer libro, Recordar el ayer, donde hace un recorrido de la cultura popular de los años 2000. Desde el nacimiento de programas de televisión como Operación Triunfo, hasta la estética de los leggins y las mechas, el cine o la música con grupos como La Oreja de Van Gogh, que hoy divide nuestro país en las dos Españas, la de Leire Martínez y la de Amaia Montero.
"En este momento creo que Leire es una gran damnificada. No se sabe muy bien cuál es la jugada, pero estoy muy del lado de Leire. Otra cosa es que me preguntes a quién asocio La Oreja de Van Gogh, entonces, musicalmente a Amaia… Pero una vez más la sociedad está en el escenario de confrontar a dos mujeres, cuando a lo mejor, el tema viene por otro lado", dice rotundo.
Pero si algo ha conseguido AleXSinos es crear un lenguaje propio, algo que persigue cualquier comunicador. Frases como "Sí lo digo", pronunciada por primera vez por Belén Esteban, expresiones como "guacal", o el famoso "idiomas, querida" de Aramis Fuster, se han convertido en memes y en el vocabulario más usado en la calle hoy en día.
"Me impacta mucho cuando estoy de fiesta y de repente oigo a alguien decir no sé qué del guacal. Me quedo tieso, pero pienso 'guau, eso es muy guay", añade. "Seguro que la mitad de la gente que tiene ese meme no sabe ni a qué se refiere. Pero son iconos de la cultura de los 2000 y de hoy. Los memes han convertido en una manera de comunicar".
Su admirada María Patiño dijo "yo ya no tengo capacidá", algo que no le sucede a él, le sobra. Eso, y una mirada cargada de humor e ironía "Alexina". Una fe que reparte doctrina en su propia iglesia, las redes sociales, y que seguirá sumando adeptos. Amén hermanas.
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